Si te acuerdas de los hermanos Malasombra

No se si alguien ya lo ha escrito, este es el año de Pedro y de Sánchez. Juntos y por separado, para que no quepan dudas ni escapatorias. Si Sánchez se examinará en mayo, no puede escapar vivo y si sale coleando, ya llegará diciembre, el septiembre escolar para Pedro, aquel alto y guapo político victimizado que movilizaba a las mujeres empoderadas, que yo lo ví. 

Ya confesé que había sido un votante tradicional del PSOE, y que en la segunda legislatura de Zapatero me sacudí la tradición, que es de derechas. No transigí con la mentira, aquella reiterada de negar la dolorosa crisis económica que a todos nos comía. La democracia no se puede sostener en la mentira, pero nuestro presidente del Gobierno no puede sobrevivir sin ella. Su última floritura verbal en Davos es inmoral y dolorosa. Comparar la pugna electoral contra sus rivales políticos con la lucha real de los ucranianos contra el ejército de Putin roza lo patológico, igual que la carcajeante Pam.

Pero otra vez VOX ha venido a salvar a Sánchez, como ya hiciera en noviembre la diputada Toscano al ser “finamente grosera” con Irene Montero. No creo que solo haya gañanes en este partido pero la realidad me lleva mucho la contraria. Gran cambiada de trilerismo mediático, tan burda como la escena del feto hablante en ‘Marylin’.

He comparado razonadamente a Sánchez con Trump, Warhol, Fronkostin, el barón Hassler y hasta con Supermán. La actualidad nos ha devuelto la olvidada tiña, que ha aparecido en muchas peluquerías de esas que parecen bares de country.  Si eres de mi generación, recordarás a los hermanos Malasombra, que eran más malos que la tiña. Pues eso, no te costará votar contra ellos porque son malos de verdad.