El caso Palomares: instrumento de los políticos

En 2015 se firmó el acuerdo de intenciones entre Kerry y Margallo con elecciones a dos meses

Zona delimitada por la tierra contaminada en Palomares.
Zona delimitada por la tierra contaminada en Palomares. La Voz
José Herrera Plaza
11:00 • 08 mar. 2023

El Gobierno español ha anunciado que reclama a los EE. UU. se llevelas tierras que dejó sin recoger en 1966. Según el abogado de Ecologistas en Acción, José Ignacio Domínguez, “es un clásico que en vísperas electorales el Gobierno de turno lance el bulo de que va a limpiar la radiactividad”. ¿Tiene razón y es otro brindis al sol?, ¿o es casualidad de que dentro de dos meses haya elecciones locales y generales a de fin de año?.






Terapia contra el olvido



Si repasamos la historia de estos 57 años, confirmaremos que el problema radiológico de Palomares, Villaricos y Vera ha sido y es un instrumento del grupo político de turno, ya sea en dictadura o en democracia; un oculto naipe comodín, que los poderes de Madrid muestran cuando conviene, siempre ajeno a los derechos, riesgos e intereses de los vecinos afectados.

En 2015 se firmó el acuerdo de intenciones entre John Kerry y García Margallo (PP), también con las elecciones a dos meses. Era papel mojado, pura fanfarria electoralista. La mayoría desconoce que los EE. UU., aún así, marcaron sus límites. Nada de descontaminar 40 h. y tratar 50.000 m3. Solo admitían el procesado de 28.000 m3, dejando muchas zonas sin tocar, como las 20 h. de Sierra Almagrera. La Historia se repite; o sea, otra descontaminación parcial e incompleta. Tal propuesta fue aprobada por los consejeros del CSN, aunque contradijera sus propios criterios radiológicos, siguiendo órdenes del Gobierno, que son quienes los nombran y cesan.

En 1986 el PSOE traicionó su programa electoral al optar por ingresar en la OTAN. El caso Palomares fue utilizado a favor por la derecha y el Gobierno. Se oponían la izquierda y pacifistas, recordando con el accidente de Palomares los peligros del armamento nuclear. El área fue de nuevo utilizada, explotada, zarandeada a tirones por unos y otros.

Cuando en 1968 las negociaciones por las bases era inminente, existía malestar en el Gobierno por los incumplimientos en la limpieza y por la actitud norteamericana de cicatería y retrasos en las indemnizaciones. Para compensar ese malestar, EE. UU. donó a los vecinos, con todo tipo de publicidad, una desaladora que nunca funcionó. De nuevo fueron utilizados los palomareños.

En 1966 la fuerte presión ejercida por el país más poderoso del mundo sobre un desacreditado dictador, hizo que accedieran a llevarse solo el 2,5% de las tierras contaminadas, incumpliendo de forma sistemática los acuerdos firmados. Las autoridades españolas transigieron además con el establecimiento de un laboratorio vivo para la experimentación humana con plutonio a través del “Proyecto Indalo”, sin el consentimiento de los vecinos y con la falsa información de que todo había sido descontaminado, pregonada a los cuatro vientos por Fraga Iribarne, que desde hace años cuenta vergonzosamente con una calle en Palomares, como ejemplo de los intereses políticos y de cómo se juega con la amnesia colectiva de los vecinos.







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