Elena Mateo: “Me halaga ser premiada por lo que relata la música que hago”

La fagotista acaba de alzarse con El Gran Premio en un certamen musical de Pasadena

La joven Elena Mateo junto a su preciado fagot.
La joven Elena Mateo junto a su preciado fagot. La Voz
Marta Rodríguez
07:00 • 21 feb. 2020

Su padre es director de la Banda de Música de Níjar y profesor de Conservatorio y su madre, bailarina. No tiene un recuerdo de infancia en el que no esté presente la música. Elena Mateo acaba de ganar El Gran Premio en un certamen de EEUU, país donde estudia fagot junto a su hermana Cristina, quien hace unos años se alzó con el mismo galardón, pero con otro instrumento: el clarinete.



¿Cómo surgió la oportunidad de participar en este concurso?
Este concurso se celebra todos los años en Pasadena, Los Ángeles, y es bastante conocido en el estado de California. Yo estudio en Colburn y mucha gente de mi universidad suele presentarse, ya que no está a más de media hora de la universidad. Un profesor me habló de la posibilidad de hacerlo y me informé sobre el repertorio.

El premio la posiciona como la mejor instrumentista de la orquesta.
Significa mucho para mí, pues es una manera de reconocer el talento y el trabajo sin importar el instrumento que toques. Me parece que todos lo que concursamos teníamos algo diferente y especial, solo que el jurado decidió que lo que mi música decía era diferente al resto. Me halaga ser reconocida por las cualidades de mi interpretación y lo que relata la música que hago. 




¿Qué recuerda de su paso por el certamen?
Solo puedo pensar en gratos y bonitos recuerdos. Fue una experiencia bastante satisfactoria, de la cual aprendí. El proceso empezó en octubre, cuando tomé la decisión y me comprometí a estudiar más intensamente. Entre las obras que preparé había una contemporánea para fagot solo, sin acompañamiento. Era mi primera obra contemporánea y me resultó bastante difícil entenderla y saber la mejor manera de interpretarla. Fue una gran experiencia, ya que disfruté mientras estaba tocando. Normalmente es difícil hacerlo bajo tanta presión.

Su hermana ganó el mismo concurso hace cinco año, ¿le dio algún consejo?
Sí, me aconsejó sobre la manera de prepararme y organizar las horas de estudio para así tener tiempo suficiente. Ella siempre ha sido un gran apoyo para mí y durante mi paso por el concurso me ha guiado por el camino correcto.





¿Cómo es su día a día en EEUU?
Colburn School es una universidad de alto rendimiento, la cual está únicamente enfocada en la música. Es bastante pequeña, ya que tiene tantos estudiantes como músicos hay en una orquesta. Aquí te especializas en un instrumento, en mi caso el fagot.




Mi día a día es intenso: suelo tener clase durante la mañana y por la tarde, lo que me deja solo unas horas libres para estudiar fagot. Las horas mínimas de estudio que suelo dedicar depende de si hay algún evento, pero suelen ser entre cuatro y seis horas al día.




La música es una carrera muy dura, porque requiere constancia y paciencia. Muchas veces es bastante frustrante no ver ningún progreso, pero en momentos como este te das cuenta de que merece la pena el sacrificio.

¿Qué estudia exactamente?
Bachelor of Music, lo que equivale a cualquier carrera en España, pero de fagot. Es un carrera de cuatro años, en los cuales no solo recibes clases de fagot, sino también de historia de la música, historia de América, filosofía, teoría de la música, auditiva… También tenemos orquesta. Me siento muy afortunada de poder ser parte de una orquesta dirigida por grandes directores e interpretar obras maestras como Mahler 4, mi favorita.

¿A qué le gustaría dedicarse?

A lo que más me apasiona, que es tocar el fagot; me gustaría formar parte de una orquesta. Cualquier músico respondería “orquesta ya que es el trabajo asignado a esta profesión”, pero para mí realmente es una de mis pasiones. La mejor manera de aprender es trabajando en grupo. Trabajar con más gente te hace tener una mente más abierta y te hace ser más empático, lo cual es muy importante.

¿Por qué el fagot?
Desde pequeña he estado rodeada de música. Mi padre es el director de la Banda de Níjar y solía ir a los ensayos. Recuerdo claramente estar pendiente solo del fagot, siempre quería sentarme al lado de la chica que lo tocaba.  Una noche me dejaron probarlo y me enamoré de la belleza de su sonido y la dulzura de su tono.



¿Qué supone la música para su familia?
La música ha sido y sigue siendo una gran parte de nuestra vida. Mi padre es profesor de clarinete, mi hermana es clarinetista y mi madre es bailarina. La música juega un gran papel en las profesiones de todos. Para mí es un gran orgullo pertenecer a esta familia, que valora la música como se merece y la utiliza como forma de unión entre nosotros. Pienso que utilizamos la música como una manera de relacionarnos y entendernos mejor. La música hace que seamos mejores personas, despierta una sensibilidad especial, que todo el mundo debería tener la oportunidad de probar.



¿Cómo inculcaron su gusto por este arte?
Creo que no tengo ningún recuerdo de la infancia en el que la música no esté relacionada.Mis padres me han dado la libertad de elegir mi propio futuro, pero la música siempre ha sido una gran parte de mí. Recuerdo ir a conciertos desde muy pequeña, aunque tuviera que salir a mitad porque estaba llorando. Mis padres siempre han intentado que la música estuviera presente allí donde fuera. Imagino que el resto fue cosa mía, querer seguir ese camino por gusto propio.


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