El Ejido

Recompensa para quien encuentre a la tortuga ‘Kika’ en Almerimar

El reptil ha sido visto en el puerto, a donde ha vuelto tras ser reintroducida por tercera vez

La tortuga Kika antes de ser reintroducida por segunda vez, en septiembre.
La tortuga Kika antes de ser reintroducida por segunda vez, en septiembre. La Voz
Víctor Visiedo
20:14 • 16 jul. 2018

‘Kika’ ha vuelto. La tortuga boba a la que parece que no le gusta el mar ha regresado de nuevo a ‘su casa’, las inmediaciones del centro de rehabilitación de Equinac en Almerimar. Es la tercera vez que este ejemplar de ‘Caretta caretta’ vuelve a la costa tras ser reintroducida en alta mar. Un comportamiento que, hasta ahora, no se había dado nunca en un animal de este tipo y que tiene a los expertos desconcertados. 



El domingo ‘Kika’ fue vista en el puerto de Almerimar pero, hasta el momento de escribir esta información, no ha podido ser recuperada. Por ello, Equinac ha empapelado la zona con carteles de ‘se busca’ e incluso un par de empresas se han ofrecido recompensas por información que ayude a dar con la tortuga. En concreto, Monsterphone El Ejido ofrece un teléfono móvil y Weekenjoy da un vale de 20 euros para gastar en alguno de sus negocios de la Guía de Empresas.



‘Se busca’



Eva Morón, coordinadora de Equinac (entidad autorizada para las tareas de rescate, recuperación y reintroducción de fauna marina en la provincia de Almería) ha contado a LA VOZ que la búsqueda de ‘Kika’ se inició el domingo tras el avistamiento en el puerto de una tortuga con “una K escrita en el caparazón”. Esa es la marca que le hicieron a ‘Kika’ para identificarla. Desde entonces están rastreando por mar y tierra la zona del puerto y las proximidades. “Quien la vea, que llame inmediatamente al 112 o al 644541709”, piden desde Equinac. Y es que, el puerto es un lugar peligroso para una tortuga. El objetivo es capturarla para llevarla de nuevo al centro de recuperación.






‘Kika’ es, seguramente, el caso más extraño al que se ha enfrentado Equinac en más de una quincena de años. Esta es la tercera vez que es reintroducida en alta mar y regresa a tierra, a un lugar cercano al del centro de recuperación donde es mimada por sus cuidadores. “Es un caso muy extraño, pues ninguna tortuga crea un vínculo de unión con el ser humano como el de Kika”, explica Eva Morón.



Un caso insólito



Hasta ahora no se conocía ningún caso similar de una tortuga que volviera, buscando el contacto humano, tras ser reintroducida en el mar. Pero ‘Kika’ ya lo ha hecho en tres ocasiones. La primera de ellas fue en el mes de julio de 2017, cuando fue liberada 15 millas mar adentro, en el Seco de los Olivos, un espacio marino altamente protegido, con corrientes marinas para ayudarla a poner rumbo a aguas ricas en alimentación. No obstante, dos días después la tortuga volvió a aparecer en Almerimar. La segunda vez , Kika apareció en la costa de Níjar, a pesar haber sido introducida varias millas mar adentro. “Cuando la liberamos la segunda vez se acercó a nuestro cámara, como despidiéndose”, cuentan. 


Esta vez, Kika fue liberada el 25 de junio por miembros del Servicio Marítimo de Guardia Civil, cerca de San José. Hasta el domingo no había novedades sobre ella, lo que era una buena noticia. Sin embargo, 20 días después de volver al mar, la tortuga ha regresado (o al menos ha sido vista, ya que es imposible saber cuánto tiempo lleva deambulando por la zona).

Por ahora, Equinac no contempla una cuarta reintroducción. Se desconoce por qué la tortuga regresa una y otra vez, ya que las pruebas realizadas han descartado algún problema de salud o de motricidad. A ‘Kika’ le gusta el centro de recuperación de Almerimar. Ya es su hogar. 


La colaboración ciudadana es clave

Equinac está buscando a ‘Kika’ con todos sus medios. “Protección Civil de El Ejido nos está ayudando mucho”, agradecen. No obstante, la colaboración ciudadana es muy importante, ya que con el simple hecho de estar atentos a cualquier avistamiento de una tortuga con una “K” en el caparazón y llamar al 112 se puede hacer mucho por ayudar al animal. Cabe destacar que ‘Kika’ no lleva un transmisor de localización, ya que son muy costosos (más de 2.000 euros).


Durante meses, Equinac se ha esforzado en adaptar a la tortuga a su hábitat marino, cambiándole la alimentación para que “viva donde debe de vivir, en el mar, sana, libre y por muchos años”. Pero ha regresado...


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