Ángeles Castillo, nueva alcaldesa de Huércal entre aplausos y abucheos

Pasaban seis minutos de la una y media de la tarde cuando Ángeles Castillo (PSOE) comenzó a prometer su nueva responsabilidad como alcaldesa de Huércal de Almería. Se materializaba así una moción de censura contra el hasta ayer alcalde, Ismael Torres (PP) y que siguió el guion previsto, logrando el apoyo de cuatro ediles socialistas; dos de IU; dos del ‘Grinp’; otros dos de formaciones independientes con un voto cada una y el voto de la concejal popular expulsada del equipo de gobierno.

En total, once ‘síes’ pronunciados en un Pleno cargado de tensión frente a los cinco ‘noes’ y una abstención de la edil de Ciudadanos. Finalizaba así una sesión que dio inicio a las doce del mediodía pero que realmente comenzó con anterioridad para los vecinos. Antes de las once de la mañana, algunas sillas ya estaban ocupadas por vecinos detractores y por otros favorables a la maniobra política que ha acabado con el mandato de Torres tras más de tres años de legislatura.

Acusaciones
Es más, el pleno bien se puede dar por comenzado incluso antes de la jornada de ayer. Desde el pasado 4 de octubre los huercaleños se han pronunciado de forma dividida sobre la moción, llegando a convocar concentraciones en apoyo al ya exalcalde. Abucheos y aplausos que se repitieron ayer al igual que volvieron los argumentos que unos representantes públicos y otros han lanzando durante estos días. El Pleno no fue más que una síntesis de ese argumentario con una excepción no menor: la confirmación de que Ángeles Castillo es la nueva alcaldesa de Huércal de Almería. Entre esos argumentos, uno de los más utilizados por quienes ocupaban la oposición; el de la inestabilidad política. Una razón que ha salido a relucir durante la intervención de Ángeles Castillo. En su discurso y antes de “dar las gracias” a los concejales firmantes de la moción, Castillo defendió que ha sido el propio alcalde popular quien ha “promovido” con su actitud “carente de consenso” esta medida política. 

Pese a que por el momento no ha ofrecido pistas sobre los proyectos que impulsará, rechazará o estudiará, la recién nombrada alcaldesa subrayó su intención de que el municipio “tenga estabilidad política” al menos “hasta las próximas elecciones municipales”.  El reto no se presume complicado teniendo en cuenta el tiempo que resta hasta las elecciones de 2019, si bien lo acompañó de otros objetivos como “acabar con la confrontación entre  vecinos” para “devolver la paz social”. Los reproches tampoco faltaron en su intervención, acusando al ya exregidor de no residir en Huércal de Almería y anticipando que su gobierno “será breve en el tiempo aunque intenso” en su política.

Defensa y denuncias
Llegó entonces el turno del exalcalde, que dedicó sus primeras palabras “a los vecinos”, asegurando con voz temblorosa que ha sido “un gran honor” servirles. Algo que seguirá haciendo “sea cual sea el sillón que ocupe” hasta las elecciones, a las que confirmó que se presentará.

Sobre la moción, que calificó de “espectáculo bochornoso” y una “alianza entre perdedores”, Ismael Torres lamentó que, a su juicio, responda a una “ingeniería de sillones” y a “burdas promesas”, afeando que gobernará el municipio un partido “que en las elecciones no sacó ni la mitad” de los votos obtenidos por el PP. “Nadie ha presentado propuestas, un programa de actuaciones... ¿Qué vais a hacer? La candidata a la Alcaldía fue concejal y yo se lo que hizo: nada”, espetó.

A favor de la moción
En cuanto a las principales formaciones de la oposición, la portavoz de Izquierda Unida, María Jesus Amate, defendió la “coherencia” a favor de su voto a Castillo, que ya tuvo lugar tras las elecciones de 2015 y reprochó al exalcalde los compromisos incumplidos según denunció, como el efectuado con la asociación ANDA o el plan para defender el patrimonio cultural, ademas de la identificación de senderos urbanos y rurales. “Se nos ha pisoteado. Se nos ha calumniado”, aseveró.

Por su parte, el portavoz del ‘Grinp’, Juan Ibáñez, criticó que el exregidor “sólo hable de él” y pidió dejar “la política en segundo plano” para que prime el respeto “como vecinos”. Si bien aseguró que “no tenemos nada contra el Grupo Popular”, matizó que “ha sido desleal a lo largo de estos años, desautorizándonos”. Así, Huércal puso fin a una etapa para dar comienzo a otra que, salvo sorpresa mayúscula, finalizará en mayo del próximo año 2019.