Los vecinos de Ciudad Jardín tienen doble desesperación, la plaga incesante de mosquitos tigre que se propaga a gran velocidad, y ficus abandonados y descuidados a su suerte. A pesar de haber presentado formalmente la queja al Ayuntamiento, no han obtenido respuesta alguna.
Desde hace tiempo, los vecinos de Ciudad Jardín ven limitada el uso de los exteriores de sus casas. Este verano presentaron una queja formal por la plaga de mosquitos tigre y otros insectos que, hasta ahora, ha sido ignorada por el Ayuntamiento. Los vecinos siguen a la espera, al menos, de una contestación y solución. No pueden salir porque no se fumiga y los repelentes convencionales no son suficientes para evitar las picaduras de los mismos.
Además, la plaga de mosquitos se ve agravada por la falta de mantenimiento del arbolado de la calle que llevan sufriendo desde hace muchos años, tanto el poda insuficiente y tardía de los árboles como de las fumigaciones. Muchos de los vecinos, exasperados, se están viendo obligados a realizar incluso obras en sus casas ante la invasión de las raíces de los ficus en el suelo de sus casas.
Los vecinos no piden que quiten los árboles, sino que los cuiden. Sólo quieren que los poden periódicamente, para así no causar más molestias a los vecinos, tanto para que no les dejen sin luz por la gran sombra que dan, como evitar que salgan las raíces del suelo, la resina adherida en la calle y coches y la gran plaga de mosquitos que se generan alrededor.
Ya lo avisaban desde la Asociación Serbal Almería, que la presencia del mosquito tigre en parte es responsabilidad del ser humano, evitando la acumulación de agua y entorno inmediato y “responsabilidad de los ayuntamientos realizar campañas de inspección en imbornales”, además de “ser tarea necesaria de las administraciones públicas informar acerca de la incidencia de este preocupante problema y sus posibles afecciones a la ciudadanía”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/225246/los-mosquitos-tigre-y-los-ficus-no-dejan-vivir-a-ciudad-jardin