Vuelve el tardeo almeriense: el nuevo horario da ‘la vida’ a bares y tiendas

Permite reabrir a muchas empresas toda la semana y sacar a trabajadores de los ERTE

M. Cabrera / JA Barrios
20:23 • 19 mar. 2021

La ampliación de los horarios del comercio y la hostelería hasta las diez y media de la noche no ha supuesto este viernes simplemente una gran noticia, sino una medida vital para el sector. “Nos da la vida, porque trabajar por la tarde y por la noche supone casi el 50 por ciento de la facturación diaria de bares y restaurantes”, dice Pedro Sánchez-Fortún, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL). 



Pero esta apertura no es solo un respiro para las empresas, sino también para la propia ciudad, que ha vuelto a vivir una tarde ‘normal’, de terrazas llenas, compras y paseos, es decir como no se recordaba desde hace tiempo, algo similar a lo ocurrido cuando el pasado 13 de febrero la Junta permitió de nuevo reabrir bares y tiendas tras dos semanas cerrados en la capital por superar la tasa 1000 del covid.



A pesar de que a primera hora de la tarde cayeron ‘cuatro gotas’ y se temió que perjudicase a las ventas del primer día del nuevo horario, los comerciantes también han acogido con los brazos abiertos la nueva medida anunciada por la Junta, que estará en vigor, en principio, hasta el próximo 9 de abril. “Hasta ahora, que hemos tenido que cerrar a las seis, nos ha ido muy mal por las tardes, porque en Almería nadie sale a comprar al mediodía, y hasta las cinco no se vende prácticamente nada”, explica María Trinidad Villegas, presidenta de Almería Centro.



Fuera de los ERTE



Aunque los pequeños comercios en realidad no vayan a aprovechar la posibilidad de abrir hasta las diez y media -cerrarán entre las ocho y media y las nueve-, el nuevo horario supondrá igualmente un cambio fundamental. De hecho, muchos de los propietarios de negocios, al igual que en la hostelería, ya han sacado a la mayor parte de su personal de los ERTE.



Pero al margen de esta gran alegría para la provincia, salvo los tres pueblos que superan la tasa 1000 -Instinción, Bayárcal y Turrillas-, la gran preocupación para los empresarios es ahora que las nuevas medidas se mantengan. De ahí a que apelen a la responsabilidad y al seguimiento estricto de las normas anticovid, como han hecho hasta ahora en su inmensa mayoría. “Esperamos que este horario se prolongue en el tiempo. Si entre todos ponemos sentido común y responsabilidad podremos conseguirlo”, comenta el presidente de ASHAL, quien  no quiere ni volver a escuchar el sambenito de que el sector tiene alguna responsabilidad en el aumento de los contagios de coronavirus. “En otros países donde la hostelería ha estado cerrada se han vuelto a producir repuntes”, recalca. 



Reaperturas



En el caso de la hostelería, los nuevos horarios han hecho posible que la práctica totalidad de los negocios de Almería puedan reabrir sus puertas durante toda la semana, puesto que todavía eran muchos para los que las jornadas reducidas no eran rentables y han venido abriendo hasta ahora solo los fines de semana, o ni siquiera eso. 


Mientras tanto, aunque los comercios se han mantenido abiertos, si bien con menos personal o empleados en ERTE parciales, este nuevo horario abre la puerta ahora a la posibilidad de abrir sus puertas también durante el Jueves, Sábado y Domingo Santo, algo que va a plantear Almería Centro entre sus asociados  para recuperar un poco todo el tiempo perdido. 


Responsabilidad

Pero  como vuelve a incidir María Trinidad Villegas, la presidenta de la asociación, esta recuperación y este respiro no servirá de nada si se vuelve a producir un repunte, algo que siguen temiendo las autoridades sanitarias, especialmente por el predominio de la variante británica del covid, mucho más contagiosa. “El miedo ahora es que la gente vuelva a desmadrarse y se tenga que dar marcha atrás”, dice


Esta preocupación es común entre los empresarios consultados, como Alejandro Mengíbar, gerente del bar Bambalina, aunque también reincida en la idea de que la hostelería no es la culpable, pues cumple con todos los protocolos y los casos aumentan aún cuando está cerrada. Pero también la mayoría de los clientes parecen ahora concienciados para evitar ese 'desmadre'. “Ampliar los horarios es un acierto siempre que se haga con prudencia y con cabeza”, decía José, un cliente en el bar La Chumbera de la capital.


“Está muy bien que se dé un poquito de vida a la hostelería, porque se les ha responsabilizado de los repuntes  sin culpa ninguna. La culpa está en las concentraciones grandes y no aquí, pues fíjese como estamos”, manifestaba Pilar en la bodega Las Botas, donde se encontraba junto a su amiga María del Mar. 


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