Sale a la venta la casa de Almería donde vivió de niño Federico García Lorca

Se trata de parte del edificio situado en la plaza consagrada a su maestro Rodríguez Espinosa

Fachada de la casona con el busto del poeta presidiendo la antigua Plaza Balmes.
Fachada de la casona con el busto del poeta presidiendo la antigua Plaza Balmes.
Manuel León
22:03 • 06 oct. 2023

Una parte de la casona almeriense donde vivió Federico García Lorca siendo niño sale a la venta por 150.000 euros. Se trata del inmueble central de la Plaza Antonio Rodríguez Espinosa -antigua Plaza Balmes- consagrada al maestro del universal poeta granadino y presidida por un busto del propio protagonista. El anchuroso edificio cuenta con seis propiedades independientes repartidas en tres plantas con una única puerta de acceso. La porción de la casa que se vende, de 73 metros de superficie remodelada, es precisamente la que ocupó el niño Federico durante 1908, cuando llegó a estudiar a la ciudad de La Alcazaba de la mano de su maestro granadino.



El entorno, junto al Hospital de Alta Resolución Nicolás Salmerón y el futuro Museo del Realismo reconstruido sobre el antiguo Hospital del siglo XVI, respira encanto y tradición.



A su lado está la Casa de los Duendes, que fue rehabilitada hace más de una década por un dentista, un edificio singular que perteneció a los Talaveras, Roda y Spencer.  Allí vivió también el doctor Jürgen Amman y después la compró el poeta Domingo Nicolás que la rehabilitó y dio vida al patio interior con jardín y arcadas de piedra, donde se reunieron en varios ocasiones poetas como José Hierro, Luis Rosales y el almeriense Julio Alfredo Egea. El maestro de Lorca y responsable del topónimo de la plaza, Antonio Rodríguez Espinosa, hijo de una familia de zapateros remendones de Granada, llegó en 1903 a Almería para hacerse cargo de la Escuela del Hospicio que estaba en el propio Hospital Provincial. Pronto se adaptó a la vida almeriense y se afilió por su ideología al Partido Republicano. En esa casa, ahora en venta, se aposentó con su esposa Mercedes y sus cuatro hijos y a él se lo encomendaron los padres de Federico en 1908, cuando  llegó junto a otros escolares de la Vega granadina. Rodríguez Espinosa era íntimo de la familia García Lorca desde su paso por la escuela de Fuente Vaqueros, donde nació el poeta. 



Federico llegó a Almería con ocho años, a esa casa del barrio antiguo. Allí, en ese entorno de la calle Hospital, correteó con los niños del Hospicio y allí empezó a estudiar música, como él mismo dejó escrito, y a componer sus primeros poemas infantiles, frente a un jardincito que había entonces y una fuente. 



Hasta que al maestro lo trasladaron a la Casa Escuela del Barrio Alto y con él, Federico, que ya había hecho el examen de ingreso en el Instituto de Secundaria. Cayó enfermo con un flemón en la boca y volvió a Granada el poeta. En total, había pasado más de dos cursos en Almería, creciendo en esa casona almeriense,  en un entorno mágico que ahora se encuentra en rehabilitación urbana.



El futuro de un entorno mágico



El entorno de la calle  Hospital lleva cerca de un año en fase de rehabilitación, con nuevo pavimento, jardinería e iluminación. Se trata de un proyecto de mejora que complementa las obras del futuro Museo del Realismo. Sin embargo, las obras se eternizan y los vecinos, aunque reconocen el embellecimiento del entorno, consideran, a través de la Asociación del Casco Histórico, que es hora de que se vuelva a reabrir al paso, puesto que la zona se ha convertido en una ratonera con el arco de la calle Braulio Moreno también taponado por obras. La idea que baraja el Ayuntamiento es la de peatonalizar parte de esa calle Hospital, pero la medida puede causar muchos problema para llegar y salir del casco histórico. 




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