El futbolista de los tres pantalones

Paco Andújar defendió con orgullo a los tres últimos Almerías

Paco Andújar con su eterna sonrisa.
Paco Andújar con su eterna sonrisa. La Voz
Tony Fernández
08:26 • 30 ago. 2018

Era Motril de comienzos de los setenta cuando Juan Antonio Román llegaba a los Almacenes Camacho (el negocio de mis tíos) con dos futbolistas en su Seta 124 azul. Uno era rubio y se llamaba Boby (del Pavía) y el otro era presentado como formado en el Arenas de Ángel Martínez y firmado por el Pavía.



Yo era casi de su edad y siendo mis tíos Pepe y Antonio directivos del C. D. Motril todos los futbolistas pasaban por la tienda para ultimar detalles del contrato.



Estaban cansados, hacía mucho calor y eran las 7 de la tarde a dos horas del primer partido del Trofeo Ciudad de Motril donde iban a ser alineados. Yo pasaba mis vacaciones y a Boby no le volví a ver jamás pero a Paco Andújar desde aquel día y hasta el último de los suyos.



La A. D. Almería



El paso de Andújar por Motril vino marcado por una hepatitis que pilló en su mejor momento y le hizo regresar a su tierra con lo que lo querían en la Costa Tropical. Yo seguía su camino y sabía que había firmado con la A. D. Almería pero era muy joven ante aquellas vacas sagradas que podían con todo en la Tercera División. El joven Andújar no desmerecía en el partidillo de los jueves y se hizo un hueco en el equipo de finales de los setenta y así pasó por las plantillas de Primera y está en la última alineación del club en el partido contra el Málaga.



Andújar gustaba a la afición porque sabía mover la pelota y colocaba al equipo. Sabía dar velocidad al juego o frenarlo en seco en función del marcador. Tiraba las faltas con maestría y hacía vestuario. Como a muchos otros la desaparición de la A. D. Almería se llevó por delante sus sueños y su cartera. No cobró lo que le debían y se tuvo que buscar la vida fuera de casa. Otra vez la carretera  la espera de un nuevo Almería que no se hizo esperar.



Yo hablaba con Andújar pero él no sabía de qué nos conocíamos. Entendía que era un aficionado más. No sabía él cuánto le conocía.



ALMERIENSE

Andújar no hizo distingos entre los Almerías porque los amaba a todos y defendió los tres escudos con honor 



Poli Almería

El renacer del fútbol en nuestra capital coincidía con los mejores años de fútbol de Paco Andújar. Pepe Meca y Bernabé Navarro dieron vida al Polideportivo Almería donde Andújar puso su huella con una legión de jugadores de la tierra reclutados por Juan Antonio Román.

Estando en el Poli comenzaba a colaborar con Radio Nacional y le hice la primera, la segunda y hasta la tercera entrevista y notaba que sabía mucho de su persona y de su fútbol. Un día (estando ya en Tercera División) en un viaje que coincidimos a las puertas del campo del Iliturgi me preguntó sorprendido y le conté todo lo que él no recordaba y hasta el día de hoy fuímos más que amigos porque aquellos futbolistas y yo éramos de la misma edad y las entrevistas las hacía dentro del vestuario porque había confianza.

Lo pasamos bien en la victoria y aguantamos el chaparrón de la derrota cuando no se llegaba a fin de mes vistiendo la rojiblanca del Almería. Paco Andújar sabe bien como Antonio Ramón, Asensio, Mané o Manolillo lo que costaba cobrar en un Poli de artesanía. Pero todo se olvidaba al ponerse la camiseta del Almería. Para Andújar era un honor defenderla y las paseó todas con enorme orgullo y empapando de sudor sus líneas.

Todos eran futbolistas honrados y los aficionados estaban orgullosos de ellos. Intachable su conducta dentro y fuera del campo. Jamás dieron problemas aquellos almerienses que marcaron época.


Almería Ceefe

En la recta final de su carrera deportiva empezaba la guerra civil de nuestro fútbol y en ella se vehía inmerso sin pretenderlo Paco Andújar. Con un pasado en el Poli que rozaba la leyenda se topaba con el pantalón blanco y en otro vestuario distinto con el Poli en vida: cambio de acera en toda regla que para Andújar nunca lo fue ya que como profesional iba a donde le pagaban y Blanes apostaba por él y allí estuvo ayudando a consolidar un nuevo proyecto del fútbol almeriense. La hoy Unión Deportiva Almería no tuvo en sus alineaciones al fino volante de El Zapillo porque ya había colgado las botas. No le hubiese importado ponerse el pantalón rojo en su colección.


Para la historia

El Zapillo ha sido su barrio y el Arenas tenía que ser su cuna. Luego le fichó el Pavía, Motril, A. D. Almería, Rayo, Poli, Ceefe...

Creo que estamos ante un futbolista que ha defendido tres camisetas inolvidables para una generación. Jugó en todas las categorías de nuestro fútbol y era muy querido por los aficionados. Paco Andújar era un profeta de su tierra y en su barrio el más querido. Un señor del fútbol desde su amada cuna humilde.

La última vez que le ví estaba solo en un bar lejos de su barrio. Iba con mi nieto Dany de la mano y le iba a regañar por no estar en El Zapillo, pero no me paré. No me gustó verle solo. Eran los primeros días de agosto y no era mi Paco. 

Cuando Manolo Nieto me mandó la fiesta de los veteranos si era mi Paco en El Chele. Con su don de gentes. Su simpatía y su enorme sonrisa.


Me cuesta mucho llorar. Antonio Ramón lo tiene más fácil y le recordamos en la Cadena SER. No se ha marchado. Siempre vivirá en nuestros  corazones.


Más grande que tu fútbol será tu huella de gran almeriense.


Grande Andújar.


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