Almería tiene el doble de pescadores jubilados que los que están en activo

En los cinco puertos de la provincia hay 1.178 pescadores afiliados frente a 2.119 pensionistas

Marineros del Puerto de Almería arreglando las artes de traíña junto a una embarcación.
Marineros del Puerto de Almería arreglando las artes de traíña junto a una embarcación.
Manuel León
23:04 • 05 abr. 2023

La mar se muere en Almería. No por falta de peces, sino de pescadores.  El oficio agoniza -lleva agonizando más de una década- sin que ninguna administración apueste decididamente por su salvación, más allá de la defensa que lleva haciendo en los últimos tiempos la consejera de Agricultura y Pesca, la abderitana Carmen Crespo; la mar se muere en Almería, porque su principal fuente de ingresos que es la modalidad de arrastre ha sido puesta en la picota desde la Comisión Europea y su objetivo es laminarla en un plazo de cinco a diez años.



Como muestra un botón: en Almería ha ido menguando progresivamente el número de trabajadores afiliados al régimen especial de trabajadores del mar. Según los datos proporcionados ayer por el Instituto Social de la Marina en Almería, en una visita girada por el subdelegado del Gobierno José María Martín, el colectivo de pescadores suma 3.297 personas, de los que los afiliados son 1.178 y los pensionistas, antiguos pescadores, suman 2.119, casi el doble en número los jubilados sobre los que están en activo, un desequilibrio que no se da en ninguna otra profesión en Almería. A pesar de que el sector ha presentado en los últimos meses una mejora tanto en los datos de afiliación a la Seguridad Social como en los de desempleo, situándose en cifras similares a la prepandemia.



No es que haya paro, es que cada vez hay menos jóvenes en Almería dispuestos a hacer el relevo generacional de sus padres y abuelos y ello obedece a varias razones: en primer lugar por la propia dureza del oficio y en segundo, porque el ataque de Bruselas a esta actividad ancestral en Almería hace que cada vez queden menos armadores dispuestos a invertir en nuevas embarcaciones. 



El cerco la Comisión Europea a la pesca de arrastre principalmente se ejemplifica en la obligación de ir reduciendo paulatinamente el  número de horas de esfuerzo pesquero y a la vez incentivando los desguaces de los buques con pocas posibilidades de ampliar flota. En la última cumbre celebrada en Bruselas hace poco más de un año, con asistencia de armadores almerienses de la Asociación Asopesca, se saldó con un nuevo recorte de cuota pesquera del 13%.



“Bruselas quiere imponer la pena de muerte a nuestro pescado y a nuestro marisco”, ha declarado en numerosas ocasiones José María Gallart, gerente de Asopesca y presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE).



Al Instituto Social de la Marina, dirigido en Almería por Carmen Rubio, bajo la tutela del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, le corresponde la atención social del sector pesquero, las funciones de medicina preventiva y asistencia en el mar, la revisión de botiquines de los barcos y la formación sanitaria, pero, a este paso, este organismo se va a quedar sin trabajo.



La provincia de Almería, a través de sus cinco puertos (Almería, Carboneras, Garrucha, Roquetas y Adra) cuenta con 284 embarcaciones sumando las modalidades de arrastre, cerco y artes menores, enrolando a más de un millar de marineros, más los que trabajan en tierra, dedicados a labores de logística y comercialización en lonja. Hace una década eran casi el doble. La flota provincial  capturó el último año seis millones de kilos de pescado y marisco por valor de 22 millones de euros.




más desguaces y menos pesca de bajura

A tenor de los recortes, sin prisa pero sin pausa, que Bruselas asesta gradualmente cada año a las capturas pesqueras de la provincia y de otros puertos del Mediterráneo, todo apunta a que el corazón de Europa quiere acabar con la pesca de bajura almeriense. Al menos así lo piensa el sector con datos en la mano, marineros y armadores que alegan que los dictámenes europeos están basados en informes científicos desfasados y sin tener en cuenta la realidad económica y social de los puertos de Almería y del resto del Mediterráneo. La especie más perjudicada por estos recortes es la de la gamba roja. La propuesta aprobada por la Comisión Europea es la de limitar a 872 toneladas las capturas de esta especie en todo el Mediterráneo. De la gamba roja viven en torno a 50 barcos en la provincia de Almería. 


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