Detenido en Almería el británico Abdel Bary, el rapero yihadista de Daesh

La Policía Nacional arresta al yihadista, retornado de Siria, en un piso de la calle Cádiz

Imagen de los arrestos difundida por la Policía.
Imagen de los arrestos difundida por la Policía. La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 22 abr. 2020

La imagen de una chica de Almonte (Huelva) cubierta con un hiyab y escoltada por los agentes de la Guardia Civil ha pasado a la historia de la lucha contra el yihadismo en España.  Estado Islámico (ISIS o Daesh) ponía nombre a la captación de nuevos adeptos para ‘el paraíso del califato’ en Siria e Irak. María de los Ángeles Cala de 25 años. Española. Conversa.




Corría el mes de octubre de 2015 y la operación destapaba el abismo de la inoculación de la semilla del terrorismo entre jóvenes españoles sin conexiones con el yihadismo.  La chica sostenía un hilo invisible desde Almonte hasta la frontera sirio-turca, donde se escondía Abdel Majed Abdel Bary, el rapero británico de Estado Islámico convertido en uno de los terroristas más buscados del mundo.




Casi cinco años después, la Policía Nacional ha arrestado a Abdel Bary en una operación coordinada por la Comisaría General de Información y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cerca del Cerro San Cristóbal. Los agentes, apoyados por componentes de la Comisaría de la Policía Nacional en Almería, arrestaron a Abdel Bary en un piso de la calle Cádiz. Estaba acompañado por otros dos varones cuya identidad no ha trascendido.




La Policía Nacional cree que el rapero británico de origen egipcio entró irregularmente por las costas de Almería en una patera. Las informaciones sobre el terreno apuntaban a un viaje hacia España y los agentes cerraron el cerco.  “La investigación se desarrolló gracias a la cooperación internacional, cuando los agentes especializados en la lucha contra el terrorismo, en colaboración con el CNI, trabajaban sobre la posibilidad de que este Foreign Terrorist Fighters (combatiente terrorista extranjero  tuviese la intención de retornar a Europa a través de nuestro territorio”, señala la Policía Nacional.
“Se activaron diversas líneas de investigación para averiguar su posible llegada clandestina a España y localizar el lugar escogido para ocultarse”, continúa. El rastreo llevó hasta Almería.




La Policía Nacional montó un dispositivo para capturar a Abdel Bary. En unas calles desoladas por el impacto del coronavirus, los agentes almerienses con guantes y mascarillas apoyaban a los grupos de intervención con cascos y chalecos antibalas.

Retorno de Siria
Los investigadores aseguran que los tres sospechosos mantenían ciertas medidas de precaución. “Los arrestados adoptaron férreas medidas de seguridad, tanto en su viaje desde el norte de África hacia nuestro territorio como en los movimientos que realizaron en Almería”, detallan fuentes oficiales.




“Los detenidos, ya en España, adaptaron sus comportamientos a la situación del Estado de Alarma como consecuencia de la pandemia del COVID-19, realizando escasas salidas, por separado, y siempre con mascarillas para evitar ser detectados”, apostilla la Policía Nacional.







La investigación corresponde al Juzgado Central de Instrucción número Tres de la Audiencia Nacional, cuya titular es la magistrada María Tardón Olmos. Entre las múltiples acusaciones contra Abdel Bary, existe una investigación de las autoridades británicas.


“El detenido llevaba varios años en la zona de conflicto sirio-iraquí y presenta tanto unos rasgos de personalidad muy peculiares como un perfil criminal extremadamente violento, que llamaron la atención de los servicios policiales y de inteligencia europeos”, aprecia la Policía Nacional. “Parte de su trayectoria en el DAESH ha quedado evidenciada en diversos medios audiovisuales y de prensa escrita, que han publicado diferentes aspectos de su actividad dentro de la organización terrorista, mostrando imágenes, algunas de extrema crudeza, sobre sus crímenes en zona de conflicto”.


La investigación continúa abierta con un foco de interés fundamental, a saber, la posible vinculación de los dos compañeros de piso en las actividades terroristas. Los agentes tratan de conocer si los dos varones eran también combatientes retornados o, por el contrario, funcionaban como parte de la red de apoyo a Daesh en Europa.  “Esta operación es una muestra de que, a pesar de la crisis sanitaria, la Policía Nacional y la judicatura siguen colaborando activamente en la lucha contra el terrorismo”, dice la Policía. 


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