Un joven muere tiroteado tras una pelea en Pescadería

Los agentes hallan el cuerpo del joven detrás de una puerta con siete impactos de bala

Javier Pajarón
15:25 • 04 feb. 2020

Una multitud agolpada en los muros de contención de Las Pedrizas observaba desde la altura del talud, como en una enorme grada, el despliegue policial en el corazón del barrio de La Chanca-Pescadería.




La Policía Nacional trazó un perímetro de seguridad alrededor de la pequeña calle Resaca para proteger, en el centro, las labores de investigación del último crimen de Almería. Un joven de nacionalidad española murió el mediodía del martes tiroteado en el interior de una vivienda, ubicada en una zona de casas bajas entre las calles Ruano y Valdivia.




El suceso se produjo sobre las 13 horas y se salda con la detención de dos varones como presuntos autores de un delito de homicidio. Ambos arrestos se produjeron unos minutos después del tiroteo, según confirmaron fuentes oficiales de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional.




Según los primeros datos de la investigación, el episodio nació de una pelea en plena calle que, en un instante, se convirtió en un tiroteo. El fallecido trató de refugiarse en el interior de una casa y allí fue abatido por los disparos de un arma corta.




Hasta la zona se desplazaron miembros de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, la Policía Científica y el Grupo de Homicidios, todos ellos coordinados para esclarecer el episodio y, casi tan importante, garantizar la seguridad en el entorno.



En la inspección ocular se detectaron vestigios del incidente. En el suelo, junto a una alcantarilla, había un importante charco de sangre fruto presuntamente de la pelea en el exterior. La mancha estaba a unos diez metros de la puerta del inmueble, concentrada en un mismo punto, sin salpicaduras y proyecciones.




Unos pasos adelante, a la altura de la casa, podía observarse la acumulación de casquillos de la pistola utilizada en el suceso. Los agentes de la Policía Nacional habrían recuperado ya este arma, lo que supone un salto cualitativo en el esclarecimiento del caso.





Las piezas estaban repartidas por el suelo y fueron marcadas y retiradas por los agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica. También había unos bidones de plástico, de 20 litros de capacidad y aparentemente de fertilizantes agrícolas.

Impactos
Ahora bien, las muestras más importantes estaban en la puerta. Se trata de un portón protegido por una reja de seguridad exterior, soldada y anclada en el muro, con dos cerraduras. En la puerta podían observarse a simple vista siete impactos de bala y otras marcas sin orificio.


Todos los disparos se produjeron en la mitad superior o, dicho de otro modo, de cintura para arriba. No hay ningún impacto de bala por debajo del pomo central, lo que evidencia un claro propósito de herir al sujeto en zonas vitales.


Además, ninguna de los agujeros detectados por la Policía Científica muestran una trayectoria de dentro a fuera y, por tanto, no hay rastro de que el fallecido se hubiera defendido también con disparos, al menos en esa parte de la secuencia del suceso.


La Policía Nacional arrestó a dos varones de 20 y 40 años de edad, heridos y atendidos en un centro hospitalario. Se les acusa de participar en el crimen. La Comisaría Provincial de Almería ha destacado la velocidad en la intervención de los agentes de todas las unidades vinculados en la cobertura del caso y habla de gran eficacia en la investigación, no obstante, mantiene el secreto sobre la identidad de los implicados y el posible móvil. En cualquier caso, la pelea previa es la detonante.


El levantamiento de cuerpo del fallecido se produjo aproximadamente a las 17 horas. Unos minutos después se retiró el cordón policial, aunque la tensión en el barrio era patente y la seguridad se mantuvo en calles cercanas durante todo el día.


Conmoción, tensión y curiosidad en la mirada del barrio hacia la calle Resaca

El barrio vivió el suceso entre la conmoción y la curiosidad. Muchos vecinos de La Chanca-Pescadería se agolparon alrededor del lugar del suceso llamados por la curiosidad. En la calle Valdivia, a la altura de la calle Resaca, un grupo de ciudadanos lloraba la pérdida del joven. Las muestras de dolor crecieron con la retirada del cadáver en un furgón de la funeraria, sobre las 17 horas, mientras la Policía Nacional trataba de despegar las inmediaciones para facilitar el trabajo de los agentes del Grupo de Homicidios y la Policía Científica. La seguridad en el barrio se tornó en fundamental y la Comisaría Provincial de Almería desplegó a los agentes de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) para prevenir posibles incidentes, dada la tensión ambiental. Los agentes (muy exigidos por la entrada de pateras al Puerto de Almería) se esforzaron por facilitar el trabajo de sus compañeros y trataron de calmar a  los vecinos apartándolos de las zonas más sensibles del suceso. El cordón se levantó pasadas las 17 horas y algunos jóvenes se acercaron afectados hasta la casa del fallecido.



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