Carlos Arriaga, un almeriense graduado con honores en EE UU

El purchenero ha obtenido el máximo reconocimiento en dos carreras cursadas en Nueva York

el joven de purchena ha concluído sus dos carreras en la uniersidad estadounidense de St. Lawrence
el joven de purchena ha concluído sus dos carreras en la uniersidad estadounidense de St. Lawrence La Voz
M. Rodríguez Cárdenas
07:00 • 30 jul. 2019

Obtener un título universitario es una ardua tarea . ‘Sacarse’ dos carreras lo es aún más. Hacerlo con la máxima ‘condecoración’ posible está al alcance de muy pocos. Y si se trata de conseguir los reconocimientos más altos en una universidad de la primera potencia mundial, el número de posibilidades se reduce a una escasa y caprichosa selección de ‘elegidos’.  



Este es el caso de Carlos Arriaga Serrano, un joven del municpio de Purchena que, con tan solo 22 años, ya atesora un currículum al alcance de muy pocos, con un reconocimiento Suma Cum Laude en su carrera de Idiomas (Alemán, Francés e Italiano) y Magna Cum Laude en su carrera de Ciencias Políticas. Los reconocimientos más altos que se pueden obtener en las universdades de Estados Unidos, que él ha cosechado en St. Lawrence University de Nueva York y que ahora luce tan orgulloso como humilde en su tierra, Purchena.



Todo, gracias a una decisión que tomó en uno de los momentos más difíciles por los que puede atravesar un hijo, que no es otro que perder a su padre. Con tan solo 17 años y después de un tragico suceso, Carlos Arriaga decidió que abandonar el nido familiar purchenero era la mejor decisión que podía tomar de cara a su futuro y al de toda su familia. 



Ante esta situación, decidió marcharse a labrarse su futuro académico en Costa Rica a través de una beca que le concedió la Fundación Eduarda Justo del Grupo Cosentino con la idea clara de estudiar medicina pero con las dudas propias de quien se enfrenta a un nuevo sistema educativo. “Recibí una beca para estudiar en Colegios del Mundo Unidos, en Costa Rica, y me llamó la atención que podía cursar los dos años de Bachillerato sin tener que elegir entre Ciencias o Letras, como sucede en España. Y es lo mejor que he podido hacer, porque la medicina se quedó en el camino y he acabado estudiando idiomas y ciencias políticas”, relata este joven cuya principal característica es ser capaz de todo. 



Siempre más



Porque para él no hay límites si se trata de continuar con su aprendizaje. Una capacidad de sumar conocimientos y experiencias sin que le suponga un esfuerzo desmedido que él mismo define así: “Siempre quiero más, no por hacer más, sino por poder saber cada vez más. Me decidí por estudiar Políticas, pero como siempre me han interesado y divertido los idiomas me dije, por qué no también obtener el graduado en Idiomas, y así que me puse a estudiar Francés, Alemán e Italiano”.



Y esa es su realidad diaria, la que le ha llevado a conseguir los máximos reconocimientos universitarios en Estados Unidos, a concluir, además de sus carreras, una doble especialización en Estudios Europeos y Arábigos con hasta cuatro proyectos de tesis y a descubrir cuál es su verdadera vocación, que no es otra que convertirse en diplomático y ayudar a los países en  conflictos y en sus relaciones internacionales. 



Un objetivo para el que ya trabaja con su preparación para presentarse a las oposiciones a la Carrera Diplomática en Madrid y que surgió en sus aventuras por Estados Unidos, Costa Rica y Austria, donde descubrió que debatir y mediar era lo que quería para su futuro profesional. “Me gustaría ser diplomático, poder trabajar en organismos como la Unión Europea o la Organización de Naciones Unidas (ONU), porque es donde se da la oportunidad de debatir y buscar soluciones a los grandes problemas que afectan a las sociedades. Creo que es una aventura verdaderamente apasionante la diplomacia, porque sin ella no podría haber, en muchas ocasiones, soluciones a temas internacionales, ya que la imparcialidad, la independencia y la objetividad que caracteriza a los diplomáticos es lo que sirve para poner fin a conflictos entre países con ideologías distintas”, apunta Arriaga, que tiene un claro referente, el también almeriense Inocencio Arias.


“Es un auténtico ejemplo para todos los que nos queremos dedicar a la diplomacia porque ha representado a España tanto con UCD, como con el PSOE y con el PP y siempre lo ha hecho con la misma profesionalidad. Además, es almeriense y es una motivación extra porque me digo a mi mismo que si él lo ha hecho, por qué no voy a poder hacerlo yo?”, dice.


Ahora, el joven almeriense se encuentra inmerso en discernir cuál será su futuro inmediato, ya que tiene multitud de frentes abiertos en Italia, en Costa Rica, en la Unión Europea... Y no es para menos visto el historial académico de uno de los purcheneros más internacionales. 


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