El Almería paró el reloj de Robertone
De ser una estrella y un peso pesado al ocaso apartado del club esperando un triste final

Lucas Robertone en un palco del Mediterráneo apartado del Almería.
La imagen de soledad es enorme. La foto impacta en el partido de presentación del Almería, de su equipo, con el que le liga un contrato hasta 2028; con el que competía con el hombro en cabestrillo porque se le necesitaba. Uno de los hombres fuertes de Rubi. Protagonista de un ascenso y dos temporadas en Primera. De elevada cláusula y con mucho mercado: está solo. Parece que se ha parado el reloj a uno de los pilares del club por el que se ‘regateó’ una venta a Vélez y por el que se atienden ofertas, mientras se ejercita apartado a la espera de noticias. Ni coincide a la hora de entrenar con sus compañeros de siempre.
El Almería paró el reloj de un futbolista que le ha dado mucho desde que llegara en 2020 para hacer carrera en Europa. Pudo salir cuando su nombre sonaba por Vigo y Valencia, pero el Almería remitía a la cláusula de rescisión o nada. Su valor de mercado es de 4 millones y a sus 28 años está en la edad ideal para firmar eso que se llama el contrato de su vida, antes de volar a otras Ligas del mundo. Nadie se podía imaginar este final de trayecto para un profesional que lo daba todo por la rojiblanca y siempre ha sido de los fijos para Rubi: algo ha pasado. Se acerca un final triste.
Su hoja de servicios
- Llegó de Vélez para triunfar en Europa con el Almería
- Primero jugó los Play Off y luego un ascenso a Primera División
- Daba un buen rendimiento en sus dos temporadas en LaLiga
- Capitán siempre y peso pesado en el vestuario del Almería
- Tan importante para Rubi que llegó a jugar mermado físicamente
Siempre líder y triunfador en el Almería
Hablar de Robertone es hacerlo de uno de los futbolistas más importantes del club. Mucho más que una ficha y una hoja de servicios intachable. Un peso pesado en el vestuario y uno de los fijos para el entrenador catalán. Un hombre de club siempre titular si las fuerzas respondían. Protagonista de la mejor etapa de la era Turki Al-Sheikh y uno de los pilares de los Almerías recientes. Llegó a jugar mermado por una lesión de hombro y se recuperó tras la operación en tiempo récord. Ha vivido la grandeza y el esplendor de un ascenso y dos temporadas en Primera.

Celebrando el ascenso a Primera División con el Almería en Butarque.
Siempre ha tenido mercado pero bajar a Segunda no solo le ha mermado el valor de mercado sino que le ha cerrado puertas que tenía abiertas de par en par. Un futbolista que lo ha dado todo ahora se ve en un palco mirando al campo donde compite el equipo que le tiene contratado y apuntado en LaLiga, solo para cumplir con los protocolos. Nadie se podía imaginar este escenario cuando a comienzos de mercado parecía que su regreso a Vélez estaba cantado. No ha trascendido qué tecla ha tocado el argentino pero ha perdido el brillo logrado en el Almería.
Apartado y futuro incierto por delante
La situación de los futbolistas apartados en el Almería la conocemos de otros tiempos pero no se ha dado hasta este verano, cuando el viaje a Marbella producía un corte que para los profesionales suele ser definitivo. Robertone, sabe que su situación es complicada y una salida a LaLiga se antoja difícil por su elevada ficha y su caché profesional. Su familia quiere seguir en España y no se contempla un viaje a Arabia Saudita o a una competición de perfil bajo. No lo va a tener fácil por mucha que sea la habilidad de Joâo Gonçalves.

Se operó del hombro y se recuperó en tiempo récord para ayudar a su equipo.
Solo el club y Robertone tienen una solución a una situación que a medida que avance el mercado juega en contra del futbolista. El fútbol tiene poca memoria y se olvida todo lo que no está en el escaparate. Un argentino identificado con su club y con una intachable hoja de servicios ha dejado de contar para un Almería que ha pregonado la llegada de “aire fresco”. Lo de Lucas Robertone como lo de Gonzalo Melero, Edgar o Maximiano nadie lo podía imaginar cuando llegaban todos cargados de ilusión para el segundo intento de ascenso a Primera que será sin el argentino, salvo sorpresa gorda.