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Acusan a un cura de apropiarse de un trastero comunitario de forma violenta

La comunidad asegura en la denuncia que el párroco “escupía” a las personas que se acercaban

Inmediaciones de la urbanización donde tuvieron lugar los presuntos hechos. / Google Maps.

Inmediaciones de la urbanización donde tuvieron lugar los presuntos hechos. / Google Maps.La Voz

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La de “a Dios rogando y con el mazo dando” es una de las expresiones más conocidas del refranero español pero bien podría ser el texto que encabezara la denuncia interpuesta por una comunidad de vecinos de una urbanización de Vera contra uno de sus propietarios.

A tenor de los presuntos hechos denunciados, el mencionado refrán no requeriría modificación alguna para adaptarlo a este caso que ha sacudido esta urbanización situada en la zona de Vera Playa. En concreto, el documento refleja cómo presuntamente el párroco junto a otra persona rompieron presuntamente de forma "contundente y con violencia” la puerta de un trastero comunitario para “instalar una nueva cerradura” posteriormente con “el único propósito de obtener su posesión y apropiarse de los enseres comunitarios”.

La denuncia interpuesta ante el Juzgado de Vera y a la que ha tenido acceso este periódico fue admitida a trámite por la magistrada que, entre otras diligencias, llamó a testificar al párroco y al otro vecino denunciado semanas atrás dentro del proceso judicial y como investigados (antigua figura de imputado).


Del mismo modo, la denuncia afirma que según “varios propietarios” el sacerdote, de origen africano y que ejerce en la comarca del Valle del Almanzora presuntamente les espetó, mientras intentaba abrir la puerta junto a otro hombre de nacionalidad española: “Os vais a enterar de lo que es un negro malo”, mientras “escupía a las personas que se acercaban”, siempre según el documento.

De hecho, entre los documentos entregados al juzgado aparece también una fotografía en la que se aprecia a los dos denunciados de espaldas y frente a la puerta del trastero. La denuncia les imputa varios presuntos hechos como una “usurpación violenta del inmueble”, además de “daños por rotura de la puerta y cerradura del trastero comunitario”.

No sólo eso, en el mismo epígrafe también se les acusa de una presunta “apropiación de herramientas de la comunidad”. De hecho, la denuncia adjunta los precios que presumiblemente tendrían algunas de las herramientas mencionadas así como los arreglos que los presuntos desperfectos que los hechos habrían obligado a afrontar a la comunidad y que superarían los 1.000 euros en total.


En este sentido, mediante la denuncia la comunidad ha lamentado que “los daños y perjuicios que estamos sufriendo son muy importantes”. Más allá del hecho de no poder acceder al trastero comunitario, en la denuncia se especifica que la peor parte para los denunciantes está representada por “los daños propios de la utilización diaria del trastero y enseres” así como el “sistema de cierre de la puerta, gravemente deteriorado por aquellos mediante el empleo de fuerza para acceder al trastero”.

Es más, también se mencionan los posibles “daños morales a los propietarios, que vienen padeciendo durante todo este tiempo por la angustia de la situación y por las molestias y gastos que se nos están ocasionando para intentar recuperar la posesión, hasta ahora sin éxito alguno”. Ahora es la justicia la que deberá darles las razón a ellos o no. Dios mediante.

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