Secuestran con burundanga a una mujer de 70 años para robar 1.500 euros y joyas

En plena calle, en la concurrida Avenida Carlos III de Aguadulce. Ese fue el lugar elegido por una joven de unos 20 años y sus dos cómplices para inyectarle una jeringuilla en el codo que, denuncían, contenía burundanga a una mujer de 70 años que, el pasado jueves, fue secuestrada durante más de tres horas y a la que robaron 1.500 euros de su cuenta bancaria, todas las joyas de su domicilio y una compra en un conocido supermercado del barrio roquetero.

Los hechos han sido denunciados por los familiares de la víctima, quienes se recuperan aún de la conmoción que les han producido los hechos y que prefieren mantener el anonimato por miedo y dado el estado de 'shock' en el que se encuentra la señora de 70 años después de sufrir el grave suceso. Y es que, según denuncian, el rocambolesco robo tuvo su origen en la administración de diversas sustancias a través de una jeringuilla, la inhalación de un aerosol, así como el gel hidroalcohólico.

Así, todo comenzó cuando la mujer volvía de la playa, en torno a las 11:00 horas de la mañana de este jueves, y se encontraba en la Avenida Carlos III de Aguadulce, entre los número 346 y 348 de la citada vía, donde fue abordada por una joven de 20 años, tal y como ha podido explicar a sus familiares y a los investigadores una vez que se encontraba medianamente recuperada, que le preguntó dónde estaba el centro de menores del municipio, a lo que ella respondió que no sabía nada. "Acto seguido notó que un hombre se le acercaba por detrás y le pinchaba con una jeringuilla en el codo y ya lo que recuerda después es encontrarse en el vehículos con dos mujeres y un hombre "grande y de traje, muy bien vestido", que le comenzaron a decir que era "muy guapa" y que se quitara la mascarilla. 

El robo

La señora de 70 años, drogada después de inyectarle la droga en plena calle, y ya dentro del vehículo, solo recuerda un humo muy denso por el que se quejó a los que la retenían allí de que "no fumaran", pero acto seguido volvió a sentirse drogada, por lo que, denuncia la familia, creen que se utilizó algún tipo de aerosol para "darle otro chute de droga". Una vez montada en el vehículo la llevaron hasta una oficina bancaria de las cercanías, donde la mujer solo pudo sacar 1.500 euros con su tarjeta de crédito, por lo que fue obligada a entrar a la sucursal para intentar obtener una cantidad mayor. "Los del banco le dijeron que para sacar mucho tenía que avisar antes, que no podían dárselo así como así y menos mal, porque solo se han llevado 1.500 euros que sacó del cajero", explica un familiar.

Pero el aprovechamiento por parte de los tres supuestos ladrones no concluyó ahí, pues la señora, una vez que volvió al coche y le hubo entregado los 1.500 que había sacado, fue invitada a echarse gel hidroalcohólico, lo que terminó por acabar con su estado de lucidez y "completamente drogada" fue llevada a su casa para arrasar con todas y cada una de las joyas que allí tenía. Todo, con la excusa, recuerda ella, de que el hombre no dejaba de repetirle que la joven nunca había visto una joya y quería hacerlo.

Abandono en la calle

Nuevamente fue montada en el coche y esta vez la llevaron a un conocido supermercado del municipio, donde les realizó una compra con la que los ladrones dieron por cerrada su retención de la mujer de 70 años, que fue abandonada, tres horas después, en torno a las 14:00, en la misma Avenida Carlos III de Aguadulce, donde había sido drogada por primera vez antes de subirse al coche de sus atracadores. Desde allí, totalmente desorientada, logró encaminarse hacia casa de su hermana, a donde se dirigia cuando fue retenida, y fue encontrada por esta, quien la condujo hasta el domicilio.

Después fue traslada al Hospital Universitario de Torrecárdenas, donde le realizaron las correspondientes pruebas para determinar si, efectivamente, era burundanga la droga que le fue inyectada a la mujer antes de ser retenida y robada. Cuando se recuperó, la familia se desplazó hasta las dependencias de la Guardia Civil en el barrio de Aguadulce, donde fue derivada al cuartel de Roquetas de Mar para interponer la correspondiente denuncia. "Es inadmisible que pasen estas cosas, tenemos que denunciarlo por todos los medios porque está en juego la vida de todos, pero, sobre todo, de nuestros mayores, porque son las principales víctimas de estos criminales", denuncia la familia.