Roquetas de Mar

Denuncian una plaga de chinches en el centro de salud de Roquetas Norte

Desde el pasado mes de octubre se ha fumigado cinco veces pero no se ha acabado con el problema

Centro de salud de Roquetas Norte, que sufre una plaga de chinches desde el pasado mes de octubre.
Centro de salud de Roquetas Norte, que sufre una plaga de chinches desde el pasado mes de octubre. La Voz
Rosa Ortiz
07:00 • 21 may. 2018

El pasado mes de octubre, el personal sanitario del centro de salud de Roquetas norte dio la voz de alerta por la aparición, en dos despachos médicos de la planta superior del edificio, de chinches,  un insecto que se nutre con sangre de humanos y otros animales de sangre caliente, entre ellos ratas y ratones.




Desde el centro se comunicó el problema a la dirección del Distrito Sanitario Poniente, que ordenó una primera fumigación en las habitaciones donde se había detectado la presencia de insectos. En esa primera intervención, la empresa encargada de la fumigación halló un nido de chinches tras una cortina y huevos ocultos en los enchufes de la luz. Sin embargo, y aunque se han realizado desde entonces cinco fumigaciones en el centro, no se ha conseguido acabar con la plaga: la semana pasada, una chinche fue localizado en una de las consultas médicas. La dirección del centro colocó en la puerta interior, la que utiliza el personal sanitario, un cartel que ponía “consulta clausurada”, pero no hizo lo mismo en la puerta principal, la utilizada por los usuarios. El personal sanitario del centro consultado por este periódico señalan que la intención fue “no alarmar” a los pacientes.




“Creemos que lo que se tenía que haber hecho era clausurar el centro y realizar una fumigación a fondo, para erradicar el problema. Pero ahora ya no existe margen, porque empezamos la época de mayor frecuentación y a diario superamos las 200 consultas”, apuntan fuentes conocedoras de la situación.




Gran afluencia
El centro de salud de Roquetas norte atiende a una población de más de 80.000 personas que llega a casi 300.000 durante los meses de verano. El equipo de emergencias del centro también se ocupa de las urgencias de 22 hoteles de la zona, que reciben a turistas del Imserso cada quince días. También a diario se presta auxilio médico a una enorme bolsa de población que, a menudo, no sale en las estadísticas: desde inmigrantes indocumentados que viven en los distintos asentamientos repartidos en el entorno agrícola de la zona a otros que “acaban de bajarse de la patera”, explican.




Primer insecto
El origen de la plaga de chinches no está claro: no se sabe con certeza si un primer insecto fue transportado en la ropa o en el calzado por alguno de los usuarios atendidos o por el propio personal sanitario de vuelta de algunas de las emergencias realizadas fuera del edificio.




El caso es que las chinches han picado a personal sanitario, que ha sufrido las incómodas picaduras del insecto. El caso fue puesto en conocimiento del Distrito Sanitario Poniente y también del Ayuntamiento de Roquetas que, según explica el Sindicato de Enfermería, Satse, conoce el problema y que asegura haber tomado medidas.  Los sanitarios han recibido también la visita del responsable de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales del Servicio Andaluz de Salud, que ha expuesto cuáles son las medidas que se han tomado para acabar con la plaga de insectos.




Sin embargo, la queja de los profesionales es que para evitar que haya una nueva propagación de chinches, desde Riesgos Laborales se les ha indicado una directriz poco operativa: a partir de ahora, cuando el equipo de emergencias (integrado por un médico, una enfermera y un técnico de enfermería) salga a cubrir una urgencia sanitaria, deberá realizar previamente una inspección ocular del sitio donde se haya producido el suceso y volver a la ambulancia para colocarse el traje anti-ébola si sospechan que en el lugar puede haber chinches. El traje es un mono blanco de plástico con capucha que cubre todo el cuerpo, incluido el calzado.




“Nos parece una medida absurda, pero tenemos la orden de hacerlo así. ¿Qué pretenden, que si hay un accidente o alguien a quien le ha dado un infarto, primero veamos si puede haber chinches y si es que sí, que volvamos a ponernos el traje?”, critican las fuentes con las que ha podido hablar este periódico.


Les atrae el calor
Las chinches están normalmente activas después de la puesta de sol, con un pico en su alimentación alrededor de una hora antes del amanecer. Sin embargo, pueden intentar su alimentación en otras horas si se da la oportunidad.


Alcanzan a su víctima desplazándose o incluso algunas veces subiendo por las paredes de habitaciones hasta el techo y dejándose caer sobre las personas. Atraídos por el calor y el dióxido de carbono que se exhala por la respiración, el insecto perfora la piel,  extrae la sangre e inyecta su saliva. La picadura puede tardar horas en detectarse.


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