Uno de los mejores directores deportivos que han pasado por Almería y hoy en la cima del fútbol internacional siempre lo tuvo claro a la hora de afrontar su nueva faceta. Era Alberto Benito un centrocampista madrileño que competía en el fútbol profesional cuando tomaba tierra en los despachos del Cádiz CF donde desarrolló una gran labor que no pasaba inadvertida para el presidente del Almería, Alfonso García Gabarrón. Aquella temporada con Unai Emery en Primera la empezaba Roberto Olabe, que a finales de junio se marchaba por motivos personales y llegaba Alberto Benito para retocar la plantilla y ponerse a remar con el donostiarra por un Almería que encandiló entre los grandes de España completando una Liga para la historia. Aquel Almería sigue siendo el mejor de todos los tiempos adelantando en la tabla al de Maguregui.

Alberto Benito era cercano y sincero, y en uno de aquellos programas de ‘La Prórroga’ de Localia Televisión evitaba los elogios por sus aciertos y remitía a los errores. Cuando se equivocaba siempre tenía una referencia que mitigaba el fallo: “Siempre se ficha pasado”. No se puede resumir mejor una situación cuando el presidente pide explicaciones por el rendimiento de un determinado jugador. Pasó en el Almería como pasará siempre, porque más de un sudaméricano no acababa de arrancar y fue un ‘jugadorazo’ en su anterior club y aparecía la frase famosa de Benito. Donde no fallaba era con los más jóvenes que le daban un enorme rendimiento. Cuando firmaba a Chico Flores al que conocía de su etapa en Cádiz le llovieron los elogios.

Hay que aplicarse el cuento y entender que ahora los directores deportivos están en la diana porque son los que hacen los fichajes. Los que apuestan por determinados jugadores y en sus aciertos y errores les empieza a ir el pan. Ya no solo la de entrenador es una profesión de riesgo, porque el cargo de director, por mucho que sepas de un jugador, hasta que no lo veas en el nuevo equipo…

Pasado

Alberto Benito hizo grandes plantillas en el Almería y Alfonso García confiaba en su ojo clínico a la hora de acertar con los fichajes, que en su mayoría eran futbolistas a mitad de carrera y otros que venían de vuelta de todo. Esos eran el problema. El nombre y el palmarés creaba en Almería una sensación de ‘estrellato’ que se volvía en contra del jugador y del director. Cuando el futbolista no rendía como lo hacía en su anterior club ya empezaba el ruido de sables y todo porque rentabilidades pasadas no garantizan las futuras. Esto no solo vale para la Bolsa. Siempre se ficha pasado y no sabes cómo va a responder. Los más caros siempre brillan antes salvo excepciones. Alfonso no pasaba una y Benito siempre remitía a la paciencia.

Futuro

Siempre ha sido más fácil para los directores deportivos apostar por jugadores emergentes con un buen talonario. Un jugador a punto de explotar nunca falla. Un futbolista con hambre por llegar te da la cara. Pasa en todos los equipos. En el Almería de Joâo Gonçalves hay ejemplos que dejan claro el acierto cuando de futbolistas jóvenes se trata. Muchos han salido dejando dinero en caja y han sido mínimos los errores cuando de gente joven se trata. Cuando ha llegado uno contrastado o se hizo una revolución como hace dos temporadas te la puedes pegar gastando todo el dinero que tengas disponible. Siempre se ficha pasado. Los fichajes la afición lo coloca donde le corresponde por historia sin ver si encaja o no en el Almería. Siempre igual. Se ficha pasado.