La Voz de Almeria

UD Almería

Director deportivo: de la sombra al fuego

Los despachos son una nueva profesión de riesgo

Que se aplique el cuento Joâo Gonçalvez que su puesto peligra.

Que se aplique el cuento Joâo Gonçalvez que su puesto peligra.Álex Peña

Tony Fernández
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El cargo de director deportivo siempre ha estado a la sombra y poco ha trascendido en el mundo del fútbol salvo en los momentos de los fichajes sonados. El Almería ha tenido muy buenos, y lo tiene todavía, pero que no se fíe Joâo Gonçalves que todo es contagioso y están cayendo los más grandes en el cargo. Todo comenzaba con la marcha anunciada por Felipe Miñambres en el Levante al no aceptar una renovación a la baja. Luego le tocaba a Txema Indias con un cambio de planes en el Leganés, y ahora a Juan Carlos Cordero, que ha sido víctima directa de los resultados cosechados por sus elegidos para el banquillo del Real Zaragoza. No es fácil la tarea de firmar a los futbolistas, situación que siempre ha pasado inadvertida y ahora se pone en la calle al entrenador y de la mano se despide al que lo firmó.

No ha peligrado nunca el cargo de Joâo Gonçalves en el Almería porque es uno de los hombres de Turki Al-Sheikh y por ende del director general Mohamed El Assy. Saben que trabajan en sociedades anónimas que se compran y se venden y con una cuenta de resultados encima de la mesa. Antes con el despido del entrenador se cerraba una crisis y ahora salpica a los despachos donde ha entrado el puñal para quedarse. Lo que ha pasado en Zaragoza con los despidos de Miguel Ángel Ramírez y Juan Carlos Cordero enciende la alarma. No pueden estar tranquilos los que se dedican a la gestión de las plantillas porque los resultados les salpican. Empieza algo nuevo.

Se ha convertido en una profesión de riesgo la tarea de director deportivo. El fútbol contagia y lo que ha pasado en Zaragoza se puede repetir en otras entidades. Antes ni se pensaba en despedir a Roberto Olabe o Alberto Benito, por poner dos ejemplos, como luego Miguel Ángel Corona cuando hizo sus primeros pinitos en Almería antes de volar a Valencia.

Despacho

La vida en la intimidad de los ‘jefes’ deportivos ha sido casi de rosas, ya que pasaban inadvertidos y solo se les veía el día de partido. España tiene una nómina de directores de gran nivel pero todo cambia a una velocidad que ni Fernando Soriano puede estar tranquilo en el Deportivo ni el Almería mirar hacia otro lado si no juega el Play Off y repite en Segunda. El despacho ha dejado de ser un lugar seguro y llegada una mala racha, a partir de ahora hay que tener presente lo que ha sucedido en Zaragoza porque puede ser el comienzo de lo que se avecina. Despedir a los técnicos va con el fútbol pero ‘cargarse’ al director deportivo se ha dado menos. Hay precedentes, y se puede volver una constante.

Banquillo

La primera cabeza a cortar es la del entrenador que firma un contrato con el club que le paga, pero su futuro lo deciden los resultados. Por buena que sea la relación y caro el despido, están en el foco cuando no se cumplen los objetivos. Primeros pitos al palco y el banquillo salta por los aires. Antes el presidente pedía al director deportivo que buscara otro y han cambiado los tiempos y se puede dar una reacción en cadena poniendo en la calle en un pack a técnico y director. Los clubes son empresas, se marcan unos objetivos deportivos acorde con el dinero invertido, y a las primeras de cambio llegan los nervios y se toman medidas. No hay paciencia y a veces las réplicas de un cese de entrenador saltan al despacho. El puñal no tiene miramiento.

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