El pasado sábado la taranta almeriense y las tarantelas, música mas representativa del folclore italiano, se dieron la mano para siempre en un espectáculo pionero que tuvo lugar en el centro de Italia, en Sulmona. En esta ciudad de la región de Abruzzo ha nacido el proyecto 'Flamando' formado por las guitarras de El Niño de las Cuevas y de su hijo Antonio García de Quero, por el reconocido mandolinista Francesco Mammola, la bailaora Jennifer Ruiz y la bailarina salentina Sara Albano.

Los sonidos flamencos y de la pizzica pizzica del Salento se fusionaron sobre el escenario para crear una espectacular actuación que pudieron disfrutar en primicia un centenar de privilegiados, los invitados al cumpleaños de Antonio Santacroce, empresario hostelero italiano que es más que conocido en Almería, provincia a la que siempre da promoción en su país natal, por ser uno de los socios de los restaurantes Buono y Adora.

Santacroce regaló una velada inolvidable a sus comensales, a familiares y amigos que disfrutaron del cante jondo y del toque puro de la familia García, acompañados por el virtuosismo de Mammola con la mandolina y la percusión al cajón de un músico romano. La mezcla fue maravillosa, pero el momento más espectacular de la noche llegó cuando hicieron aparición sobre el escenario del restaurante 'Armónia', palabra de la que hicieron gala durante más de una hora los artistas del recién nacido proyecto 'Flamando', las artistas del baile. 

El baile, el momento más álgido de la actuación

El contundente taconeo de la joven almeriense Jennifer Ruiz, semifinalista de la última edición del prestigioso concurso Cante de las Minas de La Unión (Murcia), conquistó al público italiano e hizo que los almerienses presentes se sintieran como en casa. Derrochó arte, técnica, improvisación y elegancia. Y sensaciones similares dejó la bailarina local Sara Albano. Descalza y con una energía cautivadora, la artista de Lecce llevó los vientos del Salento y sus bailes tradicionales hasta el corazón de su país. 

Ambas cerraron la primera puesta en escena de 'Flamando' con un baile compartido, una 'batalla' amistosa sobre las tablas entre los movimientos flamencos y los de la pizzica pizzica salentina. Mientras, las guitarras almerienses vinculadas a la Peña El Morato, sonaron junto a la mandolina. Dos músicas tradicionales de tierras distintas, de diferentes países, unidas de una forma perfecta y arrolladora en un proyecto que promete viajar en los próximos meses hasta Almería. 

¿Cómo surgió la idea?

Esta fusión de músicas tradicionales ha sido posible gracias a Antonio Santacroce, que buscó generar una unión artística entre Italia, su país natal, y Almería, provincia en la que reside, para cautivar a los invitados de ambas tierras. El empresario hostelero, que ya el año pasado celebró su cumpleaños en la Peña El Morato, puso en contacto a los artistas de los dos países para que ensayaran una actuación para su celebración, que coincidía también con el encuentro de Erasmus con los que compartió vivencias en 2007 en la Universidad de Almería. Encuentro que contó con la presencia de asistentes de más de una decena de nacionalidades distintas. 

Dentro de la extensa programación preparada por Santacroce para sus invitados, además del espectáculo folclórico, también hubo un viaje en un tren histórico por una hermosa zona de los Apeninos, almuerzo en una cabaña en la nieve, a más de 2.000 metros de altura, y una visita al Ayuntamiento de Sulmona, entre otras actividades.