El Almería tiene goles para regalar y se le vienen cayendo en cada partido. Ha ofrecido dos veces 4 tantos ante su afición y siempre el Mediterráneo activa el botón del gol en sus marcadores electrónicos. El Zaragoza le cambió la portería de inicio y dejaba a cero su casillero en la primera mitad sin saber la que se le venía encima en la segunda, cuando el equipo mostró su versión ‘dinamita’ regalando goles de colección por su belleza impropia de una segunda categoría nacional. Uno puede elegir entre los eslalon de Chirino y Lopy o la pegada precisa de Arnau y Embarba. Sin olvidar ese primer toque de Sergio Arribas que desactiva a la defensa rival.

El Almería regala goles de colección y sus aficionados no se pueden quejar ya que en cada uno de los partidos en casa ha ofrecido un mínimo de dos goles y cuando sale a competir fuera se lleva cargada la metralleta. Son piezas de museo. Vale la pena pasar por taquilla para ver jugar al equipo de Rubi porque lo que te ofrece es fútbol de ataque en estado puro. Faltan algunos ajustes en defensa para mejorar, pero la capacidad hace olvidar a ese ‘9’ que todo entrenador necesita porque te garantiza goles. Uno no sabe con cual de los cuatro quedarse porque si llega a estar fino el equipo, el Zaragoza no solo se lleva cuatro de Almería.

Mucho más que goles para los aficionados que no terminan de colocar el listón en los 15.000 en los partidos y el presidente anda ‘mosca’ con aquellos que se lo pierden. Si repasamos la agenda del Carrusel de la Cadena SER, el partido debió acabar con más de media docena de goles para el equipo que entrena Rubi, pero los palos también juegan y el meta del Zaragoza hizo paradas de mérito en el partido.

Fundir el marcador con dos veces el 4

En Segunda cuesta mucho ganar un partido y esto lo pregona el entrenador del Almería; nada que ver con lo que su equipo ofrece en los encuentros dentro y fuera. No es normal que de los cuatro celebrados en casa en dos de ellos se haya colocado el listón en los cuatro tantos. Son cifras de categorías de base porque el nivel de LaLiga es muy alto y los equipos están muy preparados para competir con garantías. El Albacete hizo cuatro goles en el Mediterráneo y se llevaba otros tantos como el Zaragoza haciendo dos fuera de casa no le daba ni para empatar.

El hombre del marcador ya sabe lo que le espera cuando el Almería juegue en casa, porque mira la portería con intención y no sabes quien va a marcar. Luis Suárez ya es historia y ahora te marca un defensa, centrocampista o extremo. Thalys se pudo sumar a la fiesta y con 5 tantos en su cuenta el nuevo Pichichi se llama Adri Embarba. Han sido 12 los goles que ha regalado a su afición el Almería y la mayoría de ellos para enmarcar y hacer colección porque da gusto ver competir al equipo con una forma de buscar la meta rival insaciable. El empate no se negocia.

Sin tener un ‘9’ que garantice goles

Dice Rubi que va progresando Thalys en los entrenamientos y que es un futbolista muy aplicado. Se le notó en los minutos que estuvo frente al Zaragoza y se le espera como ese delantero que promedie una cifra de goles que te lleve a Primera. El tema es que igual ni se le necesita porque con lo que promedia el equipo ha dejado de ser un tema de estado la figura del goleador, y sin tener ese ‘9’, el equipo lleva cifras de goles a favor que le garantizan estar arriba y pelear por el ascenso directo a la Primera División.

Si llega ese goleador esperado será mejor para los aficionados ya que podrán ver la explosión del fichaje estrella, pero mientras se pone a punto al equipo se sobran argumentos de cara a la meta rival y visitar el Mediterráneo es un lujo por la propuesta del equipo y la buena puntería de sus jugadores. Sin tener al ‘9’ que pedía Rubi, el Almería se ha convertido en un caudal de goles bellos y para enmarcar, siendo pocos a tenor de lo que genera en cada partido. Lo mejor paree que está por venir pero sirvan esos 12 goles anotados en casa como el mejor regalo para una afición que sueña con el regreso a Primera vía ascenso directo.

Todos tienen alma de delantero

Para los rivales hay un enorme problema a la hora de defender, ya que no sabes por donde llegará el gol del Almería. Marcan defensas, centrocampistas y delanteros. La apuesta valiente del equipo da para elegir y someter a sus rivales. El Almería se protege con la pelota a la hora de defender y siempre acaba jugada llegando al área rival y creando peligro. La movilidad de los extremos y los pases precisos de Arribas al primer toque desajustan a los rivales y el gol no tarda en producirse para que el equipo domine los partidos.

La mejor versión no ha llegado y se trabaja para que esa velocidad de crucero permita al equipo ser sólido atrás y que baste con un gol para matar al rival, pero si hay que anotar más de uno también está preparado el Almería porque nadie se lo piensa cuando llega al área rival, y goles como los de Chirino, Arnau y Lopy, hacen felices a cualquier entrenador ya que sorprenden a la defensa rival siendo ‘intrusos’ en el área, por la demarcación que tienen en el campo a lo largo de los partidos. El Almería es una metralleta de cara a la portería rival y regala goles de colección.