Entraba al partido tras el descanso por la tarjeta amarilla de Álex Muñoz y se escucharon pitos en las gradas. Llegaba al partido un futbolista que no goza del cariño de sus aficionados pero lleva muchas temporadas con la rojiblanca. La afición es soberana y puede hacer lo que quiera. El Almería paga las consecuencias si el jugador no rinde según lo esperado y a base de pitos no va a mejorar sus prestaciones. Se le nota tenso en el campo y hasta con el (2-0) en el marcador no era el Centelles de otras tardes y a la mínima la grada le respondía. Si no se está de acuerdo con su rendimiento es mejor dejar la protesta para el final y no con el partido en marcha.

Centelles es un buen profesional que cuenta con el apoyo de su entrenador y junto a Álex Muñoz forma parte de la dupla para el lateral izquierdo. Se le nota falto de confianza y ha competido en Primera División dando un alto nivel. Igual le pesa la música de viento de sus seguidores y baja los brazos porque no es fácil salir a tu campo y que se cuestione cualquier decisión que se tome. Fue entrar en el partido y ser silbado y cuando marcaba el Zaragoza le ponían en el foco como culpable de algo que no cometió porque gana y pierde todo el equipo. Pitarle a Centelles es pitarle al Almería y el equipo lo nota en el campo porque el futbolista es humano y lo quiere hacer bien.

Una tensión terrible para el jugador

Entrar tras el descanso y no ser bien recibido ya es una pesada losa que cae encima de un buen profesional. Centelles lleva muchas temporadas en el Almería y cumple siempre que sale, pero al mínimo fallo la grada se le echa encima. Ha pasado otras temporadas porque su vocación ofensiva le hace cometer errores que todos los cometen y no tienen la espada encima. Si no se está de acuerdo con el jugador que se le pite al final y punto, pero ponerlo ‘atacao’ en el campo va en detrimento del futbolista y del Almería. Hay que entender que sale para ayudar y sumar.

Lo de Centelles no es nuevo en el Almería y tiene contrato en vigor y goza del apoyo del técnico por lo que hay que ser listos y el que no esté de acuerdo que prepare los pitos para el final y no antes de que toque el jugador la primera pelota, porque en el campo se escucha a la grada y el aliento gana partidos y la crítica debilita al futbolista y al equipo. No se entiende como una afición tan cariñosa como la rojiblanca haya puesto el foco en el valenciano. A otros se les pasa la mano y no se les hace ese juicio sumarísimo que no tiene sentido cuando a la postre paga el Almería. 

La confianza se la tiene que ganar el jugador

Álex Centelles sabe cuando lo hace bien y cuando está lejos de su nivel. Los futbolistas lo tienen claro pero el aliento de la grada suma y los pitos debilitan. Eso lo saben los aficionados que dieron al jugador una tarde de ‘castigo’ desde que pisó el campo. Es el futbolista el que tiene que revertir esta situación y no es tarea fácil. No todos se dieron cuenta del detalle, pero para eso estaba un futbolista ya retirado que sabe captar todo lo que sucede en el campo. El roquetero Rafa Torres lo exponía en la Cadena SER.

“Me da un poco de pena que la gente empiece a chillarle a Centelles cuando sale. El chaval tiene una falta de confianza terrible. Así no ayudamos, Si no nos gusta protestamos al final pero no se puede chillar a un futbolista porque le creamos una tensión enorme y casi nos cuesta el empate”. Sabias palabras de un futbolista que sabe como va esto del balón donde la afición es mejor tenerla de aliada y no en frente ya que se suele pagar con esa falta de confianza que muestra un futbolista que, cuando se pone la rojiblanca, juega a favor del Almería. Eso que se dice uno de los nuestros.