Solo han pasado seis jornadas de LaLiga y tres con el mercado abierto, con todo lo que ello implica. No lo ha tenido fácil, pero se lanzaba a tumba abierta como los mejores ciclistas camino de la línea de meta, y realizaba una serie de refuerzos que a medida que se vayan adaptando al equipo van a dar ese plus que se necesita para dar tormento en la Segunda División. Pocos como Txema Indias a la hora de gestionar el último día de mercado y lo ha sabido administrar como en sus mejores tiempos del Leganés, para ilusionar a una afición cansada de ver al Real Zaragoza en la categoría de plata que asiste a un inicio que ni en el peor de sus sueños.

Seguro que se le habrán escapado buenos futbolistas, pero los que ha firmado no son malos y le ha entregado a Gabi Fernández las llaves de un coche de gama alta, para que lo pueda pilotar a todo confort y poder circular entre los mejores de LaLiga. Sabe donde se ha metido y las exigencias del club, y a base de trabajo y cargado de experiencia, lo ha conseguido y lo que toca es levantar el vuelo a base de resultados que son el pan del fútbol. El equipo no ha comenzado bien y se ha metido en descenso pero está en buenas manos y se mantiene la confianza en el entrenador pero: mandan los resultados y la paciencia se agota. Gabi necesita lo que Txema no le puede dar: tiempo.

Pisando el acelerador a fondo para fichar

Conociendo al director deportivo del Real Zaragoza no esperen que haya lanzado las campanas al vuelo prometiendo lo que el fútbol no da. Su misión ha sido completar una buena plantilla y darle a Gabi lo mejor que había en el mercado en tiempo récord. Muchos movimientos realizados y grandes jugadores para que la temporada sea tranquila y se vuelva a ilusionar la afición con el regreso a Primera. Salidas y llegadas en unos días de locura, y ahora, a pulir en el campo para dar gloria a la entidad. No se han dado los resultados y el objetivo es ganar y liberarse de toda la presión.

Este va a ser el primero de muchos proyectos en Zaragoza para un Txema Indias de largo recorrido, ya que su trabajo siempre requiere de la debida continuidad para ir mejorando las plantillas y dar al entrenador una materia prima que le de un plus a la hora de competir. El club exige mucho y son los grande retos los que mueven a un hombre de fútbol que sabe moverse en el mercado y lograr a precio justo a esos jugadores que necesita la entidad que le paga. La plantilla es buena y el entrenador cuenta con la confianza de su director pero el escenario no es el esperado.

Sabe bien el terreno que pisa

Txema Indias conoce bien la categoría. “Es difícil hablar de objetivos en Segunda División. En el Leganés hicimos plantillas con el objetivo de no pasar apuros y de pronto nos vimos en Primera División, y otros años, casi al revés. Nuestro objetivo tiene que ser el partido que viene y a partir de ahí no pasar, ni mucho menos, los apuros que se pasaron el año pasado. Con esto no quiero ser derrotista, ni tampoco quiero pasarme de optimista. Porque en Segunda División a lo largo de la temporada pasas por momentos. Es tan cambiante la competición que por eso creo que hay que mirar el día a día”.

Sobre el entrenador dejaba claro en AS que: “Sólo puedo tener palabras de agradecimiento para Gabi. No nos conocíamos personalmente, pero ha tenido paciencia y ha confiado mucho en la dirección deportiva, y desde aquí le tengo que agradecer su confianza en mí”. Ahora toca remar y cargar con la presión de no ganar en 6 jornadas con una afición que no quiere volver a las andadas. Perder en Ceuta ha puesto en alerta a una entidad que mira a Primera y no quiere sustos. El escenario no es el esperado. Txema Indias seguro que lo arregla.