“El reto del agua en Andalucía pasa por liderar la digitalización”

Entrevista con Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural

La almeriense Carmen Crespo Díaz, fotografiada en su despacho de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la Junta.
La almeriense Carmen Crespo Díaz, fotografiada en su despacho de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la Junta. La Voz
Jacinto Castillo
22:45 • 07 ago. 2022

Carmen Crespo repite en el Gobierno andaluz aunque su cartera cambia de nombre y pasa a ser de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural.



Después de cuatro años como consejera, ¿cómo contempla los principales retos de la actividad agroalimentaria andaluza?



La agricultura andaluza y en este caso me puedo referir en concreto a la almeriense, que se caracteriza por su crecimiento año tras año y que se supera cada vez más como gran referente internacional, tiene sin embargo esos grandes retos por los que me pregunta. Se trata de cuestiones unas veces de tipo coyuntural, otras de carácter estructural.



El sector debe seguir liderando los mercados, la innovación y la excelencia y aquí creo que la digitalización del sector y el uso de las nuevas tecnologías es fundamental. Por ello creo sinceramente que el Polo de Innovación Agraria ya en marcha con la Plataforma de Comercialización que estará en el inicio de campaña va a ser un un gran revulsivo para el sector y para desarrollar la agricultura vertical en nuestra tierra, que es todo lo que es la innovación aplicada a la agricultura. Queremos que sea un sector moderno y competitivo no solamente para exportar frutas, hortalizas, naranjas y sector olivar, sino también para liderar y exportar innovación y conocimiento al mundo. 



¿Qué novedades habrá en su departamento para esta legislatura?



Desde el gobierno vamos a ayudar al sector en esos retos con cuestiones que van a ser claves en esta legislatura, ya que vamos a impulsar el Plan Integral de Frutas y Hortalizas de Andalucía que vendrá a desarrollar, junto al sector, medidas y acciones para ganar más músculo empresarial, más competitividad y rentabilidad. A ello, se sumará una Ley de Fomento de la Producción Ecológica muy centrada en promocionar el consumo de estos productos para que éste avance a la misma velocidad que el incremento de superficie.



No me quiero olvidar de un aspecto fundamental como es la igualdad. Para ello, en los próximos meses va a iniciar su andadura parlamentaria el Estatuto de las Mujeres Rurales y de la Mar. Va a suponer, sin duda, un antes y un después en esta materia en el sector primario. Y por supuesto seguiremos la línea continuista de la apuesta por la modernización y la incorporación de jóvenes agricultores. 



¿Y la pesca?

Es un sector que lo ha pasado mal durante la pandemia, ocurriendo ahora otro tanto de los mismo por culpa de los costes de explotación. A ello se une la incertidumbre en la que vive el arrastre. En este sentido, le puedo garantizar que vamos a ser especialmente vigilantes para intentar que no vuelva a producirse ninguna decisión que pueda poner en riesgo su futuro. Además, para aliviar los enormes costes de explotación, contarán por nuestra parte con una nueva línea de ayudas, dotada con 3,6 millones de euros del Fempa.


Junto a la agricultura y la pesca está también la política de agua.

Hay otros retos a los que ha de hacer frente el tejido productivo almeriense. Uno de ellos es el del agua. Y aquí lo tenemos claro vamos a buscar la garantía hídrica, que significa el mantenimiento de lo que tenemos y la posibilidad de generar nuevos recursos hídricos que vengan a dar más posibilidades. Lo importante es no desdeñar ni una gota de agua ni ninguna fuente hídrica. Hay que impulsar una política hídrica posibilista que combine la desalación, trasvases y las aguas regeneradas. En ésta legislatura del agua vamos a impulsar el segundo Plan de Aguas Regeneradas de Andalucía. Las aguas regeneradas están en el presente y en el futuro y que Almería puede producir 28 hectómetros de nuevos recursos hídricos más, que van anexionadas al sector. 


Somos conscientes de los problemas que está provocando al campo andaluz la falta de lluvias y la reducción de volumen de agua embalsada. Y por ello hemos solicitado al Estado la convocatoria urgente e inmediata de la Mesa Nacional de la Sequía para establecer de forma consensuada medidas y obras que venga a paliar la situación.  Precisamos además que el Gobierno de España acomete, sin más demora, las obras que tiene declaradas de interés general en Almería y en Andalucía.Son muchas las demandas que le hemos hecho al Gobierno de España y es fundamental que reprogramen fondos europeos como los Next Generation para los aspectos que realmente nos preocupan, como es, por ejemplo, la cuestión hídrica. 


¿Y cuál sería el objetivo en materia hídrica para el nuevo Gobierno autonómico?

En Andalucía pensamos que el reto del agua pasa, también, por liderar la digitalización del agua para ser más eficientes aún y más competitivos. Por eso, esta misma semana en mi ronda de encuentros institucionales he animado al sector a participar de forma activa en el PERTE del agua para que Andalucía tenga la mayor presencia posible y se beneficie de esta financiación comunitaria. 


El escenario económico no es el mejor para el campo.

Ante los elevados costes de producción, aquí no vamos a cesar en ayudar al sector en cuestiones que son lógicas y que pasan por la bajada de impuestos. Desde Andalucía lo tenemos claro y ahora lo que queremos es que el Estado se sume también a ello con la aplicación de la doble tarifa eléctrica o la bonificación del agua desalada a un precio del 0,30 como mínimo. 


El agua aparece con nombre propio en la configuración de la nueva Consejería. ¿Qué cabe esperar de esa decisión? ¿Reforzar el trabajo realizado en la legislatura anterior o la apertura de nuevas iniciativas? 

Ésta va a ser la gran legislatura del agua, y así lo ha anunciado el presidente Juanma Moreno en el inicio de la misma, aunque, de alguna forma, la anterior también fue importante gracias a las muchas e importantes decisiones tomadas al respecto.


Por primera vez, la Junta de Andalucía ha tenido una política de agua y una gestión que la ha llevado a poner en marcha la totalidad de las obras comprometidas conforme a su marco competencial y nos ha permitido poner sobre la mesa 143 millones de euros a través de los dos decretos de sequía, para actuar contra la situación que nos está tocando vivir.


En cualquier caso, tenemos grandes planes para trabajar este aspecto como, por ejemplo, todo lo concerniente a usos terciarios de aguas regeneradas, que permita aumentar este recurso fundamental o seguir trabajando en nuestras cuentas para la mejora de las infraestructuras actuales.


Es la legislatura del agua y la de una nueva sensibilización sobre este bien fundamental. Toda la sociedad tenemos que trabajar haciendo posible su mejor aprovechamiento, que no se desaproveche ni una sola gota de agua, porque como sociedad, tenemos que concienciarnos de que una sola gota que se pierde en el contexto en el que nos desenvolvemos, es limitar nuestro futuro. En eso, Almería es un ejemplo mundial.


Un mensaje que traslada como consejera al resto de administraciones.

Es fundamental que todos vayamos a una y que todos nos impliquemos. Por eso no me voy a cansar de reclamarle al Gobierno de la Nación que se implique en una parte de nuestra geografía en donde no tenemos competencias, como son las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir, y que lo haga desde la certeza de que tiene que adoptar decisiones para hacer frente a la situación de grave sequía que sufrimos. 

Al mismo tiempo, le venimos reclamando que invierta más y con la mayor diligencia en nuevas infraestructuras hidráulicas y que aproveche para ello los fondos Next Generation, ya que hasta el momento las inversiones que se vienen anunciando son del todo insuficientes.


Todo parece indicar que las directrices europeas en materia agrícola y ambiental van a convertir a la década en curso en decisiva ¿Podría considerarse esta legislatura como piedra angular del futuro de Andalucía desde esa perspectiva? 

Ya la pasada legislatura ha venido siendo decisiva en esa toma de decisiones por parte de las instituciones europeas. No olvide que esta legislatura se ha gestado una nueva PAC, se han tomado grandes decisiones en el ámbito energético que tanto nos afectan o se han adoptado resoluciones en el ámbito medioambiental que resultan de una gran importancia. Y no olvido otras cuestiones que han tenido una gran influencia sobre el sector como las decisiones respecto del brexit, los aranceles…


En cualquier caso, nuestra experiencia con respecto a Europa ha sido satisfactoria en cuanto a peticiones que hemos realizado y nos ha autorizado, beneficiando con ello a otras regiones europeas. Me refiero a que Andalucía se ha adelantado a los problemas y ha elevado siempre a Europa las necesidades. Este hechos nos ha permitido lograr que Bruselas haya prorrogado las ayudas COVID, ahora Medida 22, en un momento crucial para muchos sectores de la agricultura, ganadería y la pesca o a la petición de que permita cultivar en barbecho ante la crisis del girasol y los cereales por la guerra de Ucrania. 


Unos fondos en los que ya estamos trabajando, junto al sector para que las ayudes lleguen realmente a los sectores afectados. 


Esa proactividad es necesaria. Es importante que todos vayamos en la misma dirección, y esto es algo que pedimos insistentemente al Gobierno de España. Con ese entendimiento, con esa premisa de tener siempre muy presente los problemas y necesidades del sector, por supuesto que podemos y debemos esperar que esta legislatura sea decisiva.  


El escenario en clave internacional y nacional en el que va a asumir de nuevo la Consejería agroalimentaria andaluza es notoriamente distinto del que se encontró hace cuatro años. ¿cuál es su visión general sobre el panorama actual en relación con los asuntos de su departamento? 

Ahora nos encontramos con viejos y nuevos problemas, la máxima es trabajar cada día para contribuir a que el sector agroalimentario andaluz siga creciendo y siga siendo parte fundamental de la economía de nuestra comunidad autónoma.


A las necesidades de que los productores reciban el precio justo por sus productos y a la competencia desleal que suponen los de otros países, en la actualidad sumamos la inflación que amenaza con arruinar a nuestro sector agrario, pesquero y agroalimentario. 


La situación por los elevados costes de producción es insostenible y con ello no solo se acaba con la rentabilidad de las explotaciones o de nuestras flotas, sino que se pone en grave peligro nuestra economía y el empleo.


Nosotros ya le hemos repetido en varias ocasiones cuál es nuestro planteamiento y entre ellas, evidentemente, la bajada de impuestos resulta prioritaria. Necesitamos que el Gobierno de España atienda nuestra petición de reducir el IVA de los insumos o aplicar una doble tarifa eléctrica para el regadío que sirva de alivio a los agricultores.

Sin embargo, no es ésta la única situación que no ha evolucionado conforme a lo que   deseábamos en estos años transcurridos. No olvidamos el daño que se le hace al campo andaluz con la nueva PAC, que finalmente no ha tenido en cuenta las peticiones y alegaciones realizadas desde Andalucía. En el Ministerio de Agricultura no se ha considerado lo que era un clamor de las organizaciones agrarias y cooperativas agroalimentarias andaluzas en la defensa de sus intereses.


La enorme diversidad de los sectores productivos relacionados con su departamento puede que haya representado uno de los aspectos más complejos de su experiencia en la legislatura anterior. ¿Cómo afronta ese aspecto en esta etapa política que ahora se inicia?

Hay una cuestión innegable, en los últimos tres años y medio hemos conseguido grandes avances, como ya le he comentado en materia agraria, ganadera, en la pesca y en todo lo relativo al agua y al medio ambiente. Como gestora de todo ello y como responsable de un gran equipo me siento especialmente orgullosa. 


La administración ha conseguido dar un salto cualitativo muy importante en su toma de decisiones gracias a una mayor agilización de todos los trámites, de las ayudas y de las decisiones trascendentes que se adoptan, que me parece que han sido acertadas.  


Ahora los objetivos siguen siendo estos mismos, es decir, avanzar en esa transformación después de décadas en las que en muchas cuestiones parecía haber una inacción. 


Nuestras competencias en muchos casos son las mismas, y en otras pasan a depender de una consejería de nueva creación, lo que sin duda va a permitir seguir dando pasos, tanto una como otra, en la dirección correcta y en el interés de todos los andaluces.


Temas relacionados

para ti

en destaque