“No sé qué hace en Segunda; ha hecho un partido de locos”. Es uno de los mensajes que se pueden leer en redes sociales mencionando a un jugador clave. El Almería se ha encontrado con un nuevo caso Luis Suárez pero con un centrocampista llamado Iddrisu Baba. No es por número de goles ni millones de un posible traspaso, sino que el centrocampista de 29 años va a ser igual -o más- de importante que el colombiano la pasada temporada. Y precisamente ambos han seguido líneas paralelas. Pasaron de sufrir en el campo y lesionarse de gravedad a una vuelta impresionante.

Baba solo lleva 5 partidos esta temporada. Viene de una lesión de ligamento cruzado que se produjo el 26 de noviembre de 2024. Operado y recuperado, su regreso significó el equilibrio necesario para construir un Almería mejor. A Suárez, ahora triunfando en Portugal, le ocurrió lo mismo. Se fracturó el peroné el 1 de octubre de 2023 y fue operado el 31 de enero de 2024 por Pedro Luis Ripoll y Mariano de Prado; como regalo, tuvo una vuelta triunfal.

Suárez salió del quirófano para hacer 31 goles entre Liga y Copa y dejar más de 20 millones de euros fijos en las arcas del Mediterráneo. Una auténtica locura que su buen amigo Baba busca repetir con actuaciones brillantes como la del sábado.

¿Qué aporta Baba al Almería?

Ese futbolista tímido que venía del Real Mallorca en intercambio con Samú Costa lo pasó mal. El peor Almería de la historia en Primera se lo comió moralmente y salió de ese pozo con el cariño del vestuario y sus seres queridos. Iddrisu Baba, con 41 partidos a sus espaldas como rojiblanco, no está ni de lejos en su versión óptima porque necesita ritmo de competición. Si él está bien no tiene recambio. Si Baba es feliz, el Almería sonríe.

La lectura de juego de Baba suele ser perfecta. Su fortaleza física le lleva a estar en el sitio adecuado y ayudar al compañero. Si Rubi le pone de central también responde y eso marca la diferencia entre un futbolista terrenal y una estrella.

La lesión le ha cambiado

A nadie le gusta estar casi un año sin poder desarrollar su profesión, pero Baba se lo tomó con filosofía y calma. Le queda una campaña más de contrato y se le nota contento, cómodo, conectado con el público, el club y la ciudad. ¡Quién le iba a decir que ese paso por quirófano le iba a hacer regresar siendo mejor en todos los aspectos! Eso tiene una causa: no rendirse nunca. Rubi quizá nunca lo diga tan claramente porque no es su línea, pero tiene uno de los mejores centros del campo de la competición. Y si Baba no está, viene Lopy; y si Lopy se cae, aparece Gui…

Si Luis Suárez salió de la lesión de peroné como un avión, Iddrisu Baba va por el mismo camino. Y todavía le queda camino para alcanzar su pico más alto de rendimiento.