El Almería no regala: Cristiano no sale gratis
Mohammed Al-Khereiji gestiona una empresa y Turki Al-Sheikh hasta regalaba coches

Presidente del ocio, Turki Al-Sheikh, vendía a uno del negocio: Mohammed Al-Khereiji.
Hay que adaptarse a los tiempos y lo de pagar en el partido del Torneo Juan Rojas responde a la nueva política del club. El Almería ha pasado de un propietario que venía del mundo del ocio a un inversor que vive del negocio y no ha comprado un club para perder dinero. Si viene Cristiano Ronaldo al Mediterráneo y juega tiene un precio y pasearlo por el campo: otro. La apuesta de Mohammed Al-Khereiji con el Almería se trata de una nueva inversión. Una empresa más dentro de su gran entramado. Un negocio que tiene que dar dinero y no regala nada: ni futbolistas ni entradas. Turki llegó a obsequiar coches en los días de partido.
Hay que tenerlo claro con el nuevo propietario que llegó para subir al Almería a Primera y en ello le iba recuperar toda la inversión, que al no conseguirlo ha tenido que poner en marcha un plan de venta de futbolistas para llenar las arcas del club. Sus hombres fuertes ya tienen instrucciones de lo que pretende hacer en el club más allá del ascenso a Primera. No ha trascendido su hoja de ruta y a tenor de las ventas que se vienen realizando, la idea es recuperar esa inversión de ‘locura’ de Turki para ir a Europa pagando traspasos millonarios que no dieron la talla. Al-Khereiji quiere invertir y sacar rentabilidad en su nuevo club. Turki delegaba en sus hombres fuertes.
El Almería es una empresa
- Mohammed Al-Khereiji gestiona el club como una empresa
- Ha invertido un dinero que empieza a recuperar con ventas
- Ha montado una fiesta del fútbol que no le va a salir gratis
- Pudo recuperar el dinero invertido con el ascenso a Primera
- El Almería forma parte de sus grandes inversiones
Un ministro de Arabia que le gusta el fútbol
El Almería viene de un sueño. Un presidente que puso a toda una provincia a soñar con Europa y que acabó entregando las llaves del club, cuando su equipo lejos de alcanzar el objetivo bajaba a Segunda. Paseaba su gloria por LaLiga el ministro de Arabia Saudita e hizo amigos en el fútbol español recibiendo en su palco a los mejores presidentes, pero volver a la categoría de plata le marcó y puso en venta lo que era un sueño.

La llamada de Turki Al-Sheikh a la afición fue a base de regalar coches.
Un ministro que reina en el ocio en su país nunca tuvo la idea de hacer negocio con el Almería y tuvo grandes detalles con la provincia y su afición. Hasta compraba los terrenos de la futura Academia y proyectó la ampliación del Mediterráneo. Las grandes obras, subir a Primera y viajar por Europa iban en su hoja de ruta y hasta el presidente de LaLiga, Javier Tebas, le tuvo que frenar porque a la hora de poner dinero siempre lo tenía claro y el control del fútbol español lo mandó parar en seco. Lo suyo era el ocio y no el negocio.
Un hombre de negocios que se denomina inversor
La compra del Almería le pudo salir redonda de haber ascendido el equipo, ya que con el dinero de las televisiones y los traspasos hubiese recuperado la inversión en tiempo récord, pero no salió la operación esperada y como se define “inversor”, toca poner en marcha un nuevo plan de choque. La compra del Almería es uno más de sus negocios y le dedica su tiempo y ajusta las cuentas para que no se le vaya de las manos. Lo de cobrar a los abonados y aficionados en general con motivo de la visita de Cristiano Ronaldo puede ser solo el indicativo de lo que pretende.

Cristiano Ronaldo con dos presidentes del Almería en plena charla.
Ha tomado dos decisiones poco populares y poco agradables para la afición. Las multas por no asistir a los partidos y pasar por taquilla a todo el mundo para ver a Cristiano. Es el comienzo de lo que se avecina con el nuevo presidente “inversor” que pone su dinero como en otros de sus negocios: para ganar.

El nuevo propietario se va a prodigar más por Almería.
El Almería que vienen va a funcionar como una empresa más de Mohammed Al-Khereiji, y mejor no esperar regalos porque su filosofía no es la de Turki, para tener un club saneado y dispuesto a afrontar los grandes retos, mejor con los bolsillos llenos.