Concha Durante: "A los turistas les encantan los mercadillos"
Esta mujer aporta su experiencia para lograr el éxito de estas instalaciones que ahora nos seducen durante el verano

Concha Durante en el mercadillo artesanal de Cabo de Gata junto al autor de la entrevista, Antonio Hermosa.
Concha Durante nació en Madrid, hace 73 años. Tras realizar bachiller superior, comenzó un curso de graduado social pero, a los 19 años, llegó su primer embarazo, que cambió su vida. “Empecé a ser madre, y me dediqué a todo lo que me podía servir para sacar adelante a mi niña y a mí. Entré a trabajar en Abengoa. Aprendí a escribir a máquina. Me pasé por todos los departamentos de la empresa, era una esponja, para aprender todo lo que podía”.
Después se casó y volvió a ser madre. Se trasladó con su marido a Gran Canarias, donde comenzó con su gran pasión. Hizo varios cursos de fotografía “y empecé a trabajar haciendo fotos a los turistas en los hoteles del sur de la isla. Allí estuve 10 años”. Tuvo otro hijo y, al poco tiempo, se separó. Se fue de las islas Canarias con sus tres hijos, dos niñas: Agata y Noemí, y un niño: Joshua y, casualmente, pasó por Almería. “Y me enamoré de esta provincia, y me quedé a vivir aquí”.
En el 1986 abre su primera tienda de ropa de mujer en la calle Ricardos, “Libre”. “Y más adelante, con mi nueva pareja, montamos otras tiendas: mantuvimos la original de la calle Ricardos, una de ropa para hombre en el bajo del Gran Hotel, y otra en la calle Rueda López. Más adelante, tras dejar el mundo de la moda, montamos un estudio de fotografía en Níjar, en la barriada de San Isidro”. A pesar del intenso trabajo que llevaba a cabo tuvo tiempo para volver a ser madre y tener a su cuarto hijo: Marco. Después de cerrar todas las tiendas de moda, Concha siguió conectada a la profesión que corría por sus venas, y continuó involucrada en el mundo de la fotografía profesional,“He seguido dedicándome a la fotografía social hasta que me jubile”.
Estos antecedentes demuestran que nos encontramos ante una mujer muy activa y vital. Ahora la encontramos en un mercadillo en la barriada de Cabo de Gata. El mercadillo de Cabo de Gata, se monta una vez en semana en la Plaza Malvasía, junto al mercado de abastos. Se instalan por la tarde-noche, para evitar las horas de calor, e intentan dar dinamización a la zona. “Lo hemos puesto este año por primera vez para darle visibilidad a esta plaza”.
También está involucrada en la organización de otros mercadillos que se desarrollan en otras barriadas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. “Colaboro con Arte Rastrillo en los mercadillos que organizan durante todo el año en el Levante almeriense. Los que hay en La Isleta, Las Negras, Rodalquilar”.
Participa en la organización de estos mercados artesanales que se instalan en distintos puntos de la provincia durante los 12 meses del año. “Lo hago para, de alguna forma, visibilizar a los artesanos. Toda esta gente se dedica a fabricar pendientes, bisutería, cerámica, ropa, pintura. Todo tipo de artesanía y es algo muy interesante”.
Pone su granito de arena, aportando su enorme experiencia en el mundo del comercio, con el objetivo de ayudar a mostrar el importante trabajo que realizan estos artesanos. “Es la forma que tienen realmente todos estos artistas para mostrar su trabajo y sobrevivir. Si no hubiera mercadillos, realmente no tendrían otra forma de enseñar su obra. Bueno, ahora también están las redes sociales e internet, pero no es lo mismo, porque aquí las personas que nos visitan ven físicamente lo que estos artistas son capaces de hacen. Pueden tocar y ver los materiales con los que están hechos los objetos”.
Fuera de la temporada de verano, estos mercadillos se realizan periódicamente durante el día en zonas céntricas de cada barriada. “En Cabo de Gata es semanal y en La Isleta, Las Negras y Rodalquilar, una vez al mes. En la Isleta se instala en el Mirador, y en Las Negras y Rodalquilar en la calle o en la plaza principal, que son zonas peatonales”. Cuando llega el verano cambian su horario y se desarrollan por la tarde-noche, para evitar las altas temperaturas que existen durante el día.
Estos mercadillos son interesantísimos porque, aunque duran todo el año, en verano se convierten en un atractivo más para la gente que viene de vacaciones a estas barriadas del Parque natural Cabo de Gata-Níjar.
“Efectivamente, a quien más les gustan los mercadillos es a los turistas. Los turistas entienden a los artesanos -no sé por qué-, quizá porque están de vacaciones y están más relajados, y les encanta los mercadillos artesanales. También, para ofrecer alternativas lúdicas incluimos música, que es otra forma también de visualizar a estos artistas que están encantados de participar ofreciendo pequeños conciertos”.
Muchos de estos artesanos viven en el entorno de Almería, pero también hasta estos mercadillos llegan artistas de otros lugares de España. “Sí, también pueden venir, por ejemplo, de Granada o Málaga, Aunque la mayoría proceden de distintos puntos de Almería”.
Como hemos comentado ya, lo que más nos encontramos en estos mercadillos es ropa, bisutería, joyería, ilustración, pintura, artesanía de la madera, de la piedra, pero hay una amplia variedad de alternativas. “Hay un poco de todo. En estos mercadillos lo que menos hay es ropa. Pero, ahora, por ejemplo, tenemos una diseñadora que viene para dar visibilidad a su trabajo”. Y nos podemos encontrar un puesto donde nos ofrecen darnos un masajes.
Le preguntamos a Concha si los artesanos son los mismos que recorren todos los mercadillos de estas barriadas del Parque Natural. “Prácticamente sí, luego puede variar un poco, pero habitualmente son los mismos”. Realizan siete mercadillos al mes para mostrar su género, “Y, después, a través de redes sociales, intentan seguir vendiendo”.
Estos mercadillos están totalmente regulados. Para instalar uno de estas características se precisa una autorización municipal y un permiso del Ayuntamiento afectado. “El Ayuntamiento colabora. Le interesa que se monte el mercadillo y marca unos horarios y las normas que hay que seguir para que funcione”.
Este tipo de mercadillos son distintos, no podemos confundirlos con los que solemos ver también durante todo el año en los barrios de Almería o distribuidos por los diferentes pueblos de la provincia. Estos últimos están dedicados, principalmente, a la venta de comida y ropa. Se llevan a cabo de día y tras ellos van muchos autónomos que tienen en estos montajes su modo de subsistencia.
Un caso particular lo encontramos en San José, donde desde hace muchos años, en verano también hay puestos instalados todas las noches en el Paseo Marítimo. “Son puestos individuales que todas las noches de verano también dan mucha vida al Paseo Marítimo de esa barriada. Es el único sitio del Parque Natural donde se hace ese tipo de mercadillo”.