El hombre detenido tras la muerte violenta del niño de cuatro años de Garrucha, J.D.R.C., presuntamente violó y agredió físicamente al menor, incluso "después" de que éste ya se encontrara fallecido, según fuentes cercanas a la investigación. El niño muró en torno a las tres y media de la tarde como consecuencia de un "derrame intestinal" que sufría, entre otras heridas de gravedad.

Es más, las mismas fuentes añaden que según la primera autopsia se halló en el cuerpo del menor "daños post mortem" además de "restos de semen". Todo después de que éste sufriera desde las once de la mañana aproximadamente del miércoles, 3 de diciembre, presuntas agresiones tanto físicas como sexuales ante la ausencia de la madre que fue a trabajar. 

Numerosos golpes en el abdomen y en "otras partes" del cuerpo mientras que también le agredía sexualmente, causándole graves heridas que le provocaron la muerte más adelante. Una hora después, en torno a las doce del mediodía, J.D. "advirtió" a la madre de que el niño se encontraba mal. 

La madre, sin intención de "evitarlo"

Según el auto, al que ha tenido acceso este periódico, cuando la madre de éste, B.Y.B.O., llegó al domicilio, el estado de salud del menor ya era crítico pero según la investigación esta podría haber permanecido presente en esa última parte de la agresión, hasta que el menor falleció sobre las tres y media de la tarde.

Así, la madre, que actualmente está embarazada de cinco meses, presuntamente habría acudido en horas previas al fallecimiento a la casa y habría estado presente durante este último episodio sin que hubiera tenido intención presunta de evitarlo o asistirle, según dictan los hechos en posesión de las autoridades.

Nadie, ni tan siquiera la madre del niño cuando llegó a su vivienda después de trabajar -realizaba su labor profesional en un pequeño establecimiento de restauración- y se encontró ante un escenario verdaderamente terrorífico, pidió asistencia médica ni alertó a autoridad alguna. En lugar de eso, una vez con la víctima fallecida, ambos detenidos, ahora en prisión provisional, urdieron un plan para deshacerse del cuerpo.

Intento de deshacerse del cuerpo

Según la información a la que ha tenido acceso este periódico, caminaron por la playa de Garrucha con el cuerpo del niño hasta que escondieron el cadáver en el habitáculo conocido como 'el búnker', situado en una playa entre el término municipal garruchero y el mojaquero.

Ese fue el lugar en el que, una vez activado un dispositivo de búsqueda ante la alerta dada por los familiares, fue hallado el cuerpo ya sin vida del menor poco antes de la medianoche del martes.

Por lo que se desprende de esta información, los mensajes de la madre, incluido un mensaje de audio en el que se confesaba desorientada, serían parte de una estrategia posterior para, presuntamente, intentar evitar que se conociera lo sucedido durante todo ese día.

De hecho, ni esa jornada ni durante varios días anteriores el niño acudió a clase. Las agresiones físicas eran presuntamente continuadas y se daban desde hace tiempo, según han denunciado tanto vecinos que han sido testigos de las mismas como familiares de la madre, que se encuentra bajo prisión provisional comunicada y sin fianza junto a su pareja sentimental por presuntos delitos de asesinato y de maltrato habitual.