Según Homero, Pelope, el dios de la fertilidad, preparó los juegos más memorables de la antigüedad alrededor del año 1370 antes de la era cristiana. En 776  A.C. se empiezan a hacer crónicas de las Olimpiadas, hasta el 381 de la era cristiana. Las Olimpiadas eran un festival religioso pagano. La última Olimpiada tuvo lugar en el año 393.

El ideal griego no era practicar el deporte por el deporte mismo, sino para adiestrar y perfeccionarse física y militarmente. La decadencia de los Juegos coincidió con el hundimiento de la independencia política de los estados griegos, hasta que las legiones romanas impusieron sus propias ideas.

La educación física supuso un gran estímulo estableciéndose durante el Renacimiento concepciones deportivas modernas, con la influencia de pedagogos, sobre la educación física y mental, propagándose los ejercicios; preferentemente en la forma deportiva.

El más importante tratado sobre ejercicios terapéuticos fue escrito por Mercuriales- “De Arte Gymnastica”- resaltando que “toda persona debe realizar ejercicios en  forma regular…; las personas que llevan una vida sedentaria necesitan urgentemente ejercicios”.

En el siglo XVII el médico francés Ducheslis, exponía que el ejercicio preserva el cuerpo de muchas enfermedades, fortalece los nervios y las articulaciones. Martin Lutero predicaba que “la gimnasia produce un cuerpo fuerte y robusto y lo mantiene en estado de salud”, que puede alejar a las personas jóvenes del ocio, del libertinaje y la bebida. Hoffman prestigioso médico se distingue como principal defensor del ejercicio físico: consideraba el movimiento como la expresión inmediata de la vida, “nada favorece más la circulación que el movimiento de los músculos”. Al final del siglo XVII Thomas Sydenham, reconocido como el “Hipócrates inglés”, recomendaba la equitación, incluso ante la tuberculosis. El francés Andry, autor del primer texto sobre Ortopedia - “L´Ortopedie” - exponía ante la facultad de  Medicina de París que “El ejercicio es el mejor medio para preservar la salud”.

A principios del siglo XVIII, con la trascendental evolución de las ciencias, se instauran progresos en la concepción moderna del ejercicio terapéutico.

De los beneficios de los ejercicios escribieron: Diderot, Voltaire, Rousseau, quien expuso: “ejercitemos el cuerpo para hacerlo sabio y razonable”. El deporte, diversión o juego, se convirtió en  manifestación recreativa popular, disciplinado y al alcance de todos.

En el siglo XX, con el impulso del francés Barón de Coubertin, se refundaron los Juegos y en 1896 se celebran los primeros Juegos Olímpicos  de la Era Moderna, en Atenas, con representantes de diversos países.

La magnificación del deporte se  distingue por los “récords”, como tope de la capacidad física humana. Se entronca el deporte proyectado para modelar la salud, excelencia de la capacidad física del atleta, con bases científicas modernas, basadas en la fisiología y la clínica, facilitando unos niveles de entrenamiento y condicionamiento de altos niveles físicos y mentales. La medicina y cirugía proporcionan soluciones preventivas y terapéuticas a la problemática del deportista, aplicando métodos de diagnóstico y tratamiento de la mayor precisión.

El deporte beneficia las capacidades corporales físicas y psíquicas; controla la agresividad y violencia frente a la competición. La convivencia fortalece el carácter moral ante la deslealtad y proporciona plasmacidad a la conducta humana, como método de disfrute de la sociedad.

En la historia del deporte la sociedad actual es testigo de un preocupante brote de violencia en el deporte, factual, verbal y gestual; en el campo, en las gradas, dentro y fuera de los estadios; a niveles personales, de grupo y colectivo, que conducen a conductas potenciales o reales de daños físicos o, y psíquicos, creando un ‘síndrome de violencia’ social que precisa medidas preventivas para alcanzar el lema de Pierre de Fredy, Barón de Coubertin – “más rápido, más alto y más fuerte”, con el objetivo de aprender a convivir mejor, como método de hermandad , al servicio de la solidaridad entre los pueblos.