Doña Trinidad Cabeo, para más señas presidenta de la Autoridad Portuaria se nos ha convertido en la mujer más creyente de Almería. ¡Bien! Ha manifestado la señora: “Creo que el corredor del Mediterráneo llegará hasta a Almería”. ¡Dios la oiga y le conserve la fe durante lustros! Pero mucho me temo que en esta ocasión, y tras los mensajes que se han ido lanzado por algunos de sus compañeros en el gobierno en sus viajes a Almería, hasta los más católicos almerienses han perdido la fe de sus mayores. Si algo le hemos agradecido al señor Miranda Hita es que nos ha ido contando con tiento y consideración la noticia de que Almería no estará en el famoso corredor ferroviario del Mediterráneo. Nos pudo dar la noticia de sopetón, sin miramiento hacia los sentimientos de los almerienses, pero el hombre lo supo hacer, y durante una buena temporada nos ha ido preparando el cuerpo para la cruda verdad: “Almería se queda fuera del corredor”. Éste se quedará en el cantón de Cartagena. Se puede entender la gran obra que supone un tren por el litoral mediterráneo Almería-Granada-Málaga-Algeciras en estos momentos de crisis global europeo, pero unir una línea de transporte ferroviaria entre Cartagena y Almería no parece que sea descabellada idea. ¿Ya me está convenciendo la fe de doña Trinidad Cabeo y estoy empezando a creer en ese futuro tren que por el corredor lleve nuestras hortalizas a los mercados europeos? Si es que el fondo somos muy blandos los habitantes de esta isla política en que se encuentra nuestra provincia. Y nos creemos que hasta los burros llegan volando.