El policía local acusado de abusos tiene una causa por violencia de género

La Policía Nacional asistió en diciembre a la pareja de un mando de la Policía Local

Jefatura Municipal de Policía
Jefatura Municipal de Policía Europa Press
Javier Pajarón
20:31 • 14 mar. 2023

El alto mando de la Policía Local de Almería acusado de presuntos abusos sexuales a dos menores de edad en la trama de la denominada Operación Terciaria está inmerso también en un proceso judicial por un presunto caso de violencia de género.




Agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional asistieron a su ex pareja sentimental el pasado mes de diciembre tras recibir una llamada a la sala de coordinación del 091.




La mujer estaba “en un estado de nerviosismo y llorando” después de discutir con su compañero, al que identificó por su cargo en la Jefatura Municipal de Policía de Almería, según consta en diligencias policiales a las que ha tenido acceso LA VOZ.




La denunciante se puso en manos de la Policía Nacional, que envío una patrulla hasta la vivienda y la acompañó luego hasta las dependencias de la Comisaría Provincial de Almería. Allí habría pasado a los especialistas de la UFAM (Unidades de Atención a la Familia y Mujer) para relatar su versión de los hechos, aunque finalmente optó por comparecer directamente en el juzgado para evitar posibles interferencias.




 La presunta víctima aseguró que ambos habían dejado de vivir juntos, pero el agente municipal había entrado sin su permiso en su domicilio, la había insultado y se había apropiado de “enseres y joyas”. Además, la denunciante afirmó que este mando de la Policía Local de Almería “está ido” y “cada vez se muestra más agresivo”, aunque no había llegado a atacarla físicamente.




Un familiar de la mujer añadió luego que el denunciado había entrado unas semanas antes en una vivienda costera y había provocado daños intencionados en el mobiliario.




El asunto es conocido en la Jefatura Municipal de Policía de Almería y se añade a la imputación por presuntos abusos emitida por el Juzgado de Instrucción número Dos. No obstante, no consta que la Policía Local haya apartado a este alto mando del servicio.




La instructora del Caso Terciaria, siguiendo los informes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y las diligencias realizadas durante el proceso, considera que existen indicios de la participación del agente en “la contratación de los servicios de A. y B. consistentes en masturbaciones por parte de las menores y efectuar tocamientos sobre las mismas”.


Una de las niñas fue identificada por una patrulla de la Benemérita de Huércal de Almería en un coche con otro presunto cliente en los meses más duros del confinamiento.

La instructora indica en el auto de procesamiento, fechado el 9 de febrero, que el acusado “contactaba con S. (presunta proxeneta) a través de la aplicación Skype” y que se interesó en el cuartel de Huércal de Almería por “sobre una denuncia administrativa contra B.” tras ser identificada durante el estado de alarma.


Paso a paso

Este miembro de la Policía Local de Almería está procesado ya por presuntos delitos de prostitución, explotación y corrupción de menores y abusos sexuales a menores, aunque habrá que esperar todavía a que la Fiscalía presente su escrito para conocer qué responsabilidades se imputa a cada uno de los diez encausados y, si el Ministerio Público lo considera, qué penas de prisión se solicitan.


Luego habrá que señalar una fecha para la celebración del juicio oral en la Audiencia Provincial de Almería, donde estas diez personas podrán defender su inocencia. Las víctimas eran niñas de 13 a 16 años de edad y un varón también menor. Los hechos se remontan a un periodo entre 2018 y 2020. Los presuntos clientes no se conocían entre sí.


Tres fases en la operación

Según la Guardia Civil, la operación se desarrolló en tres fases. En la primera se procedió a la detención de la proxeneta como presunta autora de los delitos continuados de prostitución de menores, explotación sexual y corrupción de menores. Esta mujer ingresó en prisión y los menores fueron puestos a disposición de sus familias, informándoles de las actividades de las cuales sus hijas estaban siendo víctimas. En la segunda fase se arrestó a los dos presuntos miembros más activos de la red, los cuales llegaban a mantener hasta tres encuentros semanales con las menores. Finalmente en la última fase se detuvo al resto de supuestos clientes detectados por la Guardia Civil.



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