De Almería al Mulhacén
Del mar a la montaña

Desde la playa a la montaña.
¡Se ha hecho historia! Una historia maravillosa para esta montaña y para Almería y Granada. 54 andarines coronan la cumbre más alta de la península. En estas últimas etapas con el recuerdo, de la intrépida aventura que hace más de un siglo realizaran un pequeño grupo, encabezados por Antonio Rubio y los hermanos Morales. Su objetivo de ascender desde tierras almerienses, a la cumbre de Sierra Nevada por una vía desconocida.
Un sueño maravilloso que llevó a estos intrépidos soñadores, a llenar sus alforjas de libros, textos y diferentes instrumentos de medición para conocer, aprender, estudiar,… y disfrutar de la montaña.
Este fin de semana 16 y 17 de julio se ha conmemorado el 136 aniversario de la expedición que llevaran a cabo estos ilustres almeriense en 1880. Haciendo coincidir la fecha, ha tenido lugar la 5º y 6º etapa del sendero del Mar al Cielo donde se alcanzó finalmente la cima del Mulhacen, siguiendo los pasos del libro publicado por Antonio Rubio “del mar al cielo”
Organizado por la Asociaciónbelladurmiente, coordinado por su presidente Salvador Hurtado y por Mari Trini Torralvo. Desde hace varios años, se ha estado fraguando este proyecto denominado “sendero del mar al cielo”. Gracias a él se ha adaptado casas para construir albergues. Se han recuperado y mejorado senderos. El sendero “del mar al cielo” discurre por ocho municipios alpujarreños entre Almería y Granada. La implicación de los ocho Ayuntamientos por donde discurre el sendero, ha sido total.
Discurre entre Berja, Peña Rodada, Hirmes, Darrícal, Las Canteras, Los Montoros, Jorairátar, Cádiar, Narila, Alcútar, Bérchules, Juviles, Trevélez, Refugio de Poqueira y Capileira.
Se ha contado en las anteriores etapas, con una participación cercana a los 200 senderistas por etapa. Para esta 5ª y 6ª las inscripciones han sido numerosas, pero se ha limitado la ascensión solo a 54 personas. Gran parte del recorrido transcurre por Parque Natural y Nacional, aunque las limitaciones para reducir los deportistas, han sido por la dureza del recorrido.
La edad de los participantes ha sido variada, estando comprendida entre los 18 años y los 75 años. Principalmente han sido almerienses los componentes, pero también se ha contado con personas de la provincia de Granada, Murcia, Jaén y Madrid.
Se partió desde el Barrio Medio de Trevélez (1450m. de altitud) y se ascendió por el sendero local SL-A 81 que llega al Alto del Chorrillo (2650m. de altitud) Los deportistas superaron sin dificultad, los primeros cinco kilómetros con un desnivel de 1200m. La dureza es evidente, cargados con una mochila para varios días. Aun quedaba otro tramo exigente de poco más de cinco kilómetros, por la loma del Mulhacén hasta llegar a la cumbre (3482 m.)
El buen tiempo acompaño toda la ascensión y permitió una vez alcanzada la cima del Mulhacen. El llegar a cumbre y descansar un rato, disfrutando de las impresionantes panorámicas de la cima no tiene precio.
La cumbre se lleno de enamorados de la naturaleza, se leyeron unas palabras que el historiador y miembro de la Academia Andalucía de la Historia Valeriano Sánchez Ramos, nos había enviado. Al no poder acompañar a la expedición esta ocasión como lo ha venido haciendo en etapas anteriores.
Solo queda el tercer y último tramo, algo más de cinco kilómetros para llegar al Refugio de Poqueira. Ahora toca descender y las piernas bajan con dificultad aunque el cuerpo va fresco y pletórico. Dirección hacia la Laguna de la Caldera y descendiendo por el río Mulhacen. De un paisaje bellísimo, con lagunas dispersa y cabras posando para los aficionados a la fotografía.
Una vez en Refugio de Poqueira llega el descanso y adaptación a este tipo de alojamiento. Habitaciones con el mismo techo y con literas hasta con 24 compañeros. Suele haber un poco de desconcierto, nada que no pueda arreglar una ducha y llega la tranquilidad. En la terraza del edificio es un lugar idóneo, donde esperar la llegada de la cena.
Una abundante cena potente para montañero y poco a poco las luces se van apagando. Las cien plazas del Refugio, tienen distintos objetivos para el día siguiente. Para nuestro grupo el trabajo estaba hecho y solo queda regresar a Capileira.
Descendimos por el sendero, hasta el cortijo de las Juntas. El descenso es muy fuerte en menos de dos kilómetros el desnivel ha bajado 400m. Comienza a nuestro alrededor el paisaje frondoso, hasta llegar al río. El paisaje cambia por completo, el descenso es suave, pasamos por varios cortijos en ruinas y ha muchos árboles (castaños, nogales, manzanos, cerezos etc.)
Cruzamos varias veces el río y en una de ella se hizo una parada, aquí hubo quien tuvo el valor de bañarse. El agua está muy fría, aunque curiosamente quien se baño dijo que estaba caliente. En cuatro horas sin prisa, llegamos a la población de Capileira. Un almuerzo con gastronomía alpujarreña, favoreció la euforia de haber regresado con él la meta conseguida.
Se les hizo entrega a los participantes el certificado, sellado por todos los ayuntamientos de las etapas realizadas por cada uno.
Para la mayoría de participantes ha sido la primera vez que hacían alta montaña y sobre todo, era la primera vez que subían al Mulhacen. Pero todos han llegado y se han superado así mismo con la motivación de cumplir estas dos últimas etapas del mar al cielo.