Este pueblo del Poniente almeriense celebra un concurso de migas el próximo 29 de noviembre
En Enix, este concurso no es simplemente una competición. Es una forma de reivindicar la memoria culinaria heredada de los abuelos almerienses

Preparando migas para todos.
El municipio almeriense de Enix, enclavado en la Sierra de Gádor, se prepara para uno de los eventos más sabrosos y esperados del otoño: su tradicional concurso de migas, que tendrá lugar el sábado 29 de noviembre en la plaza del pueblo. No es la primera vez que se celebra este evento de este pueblo de unos seiscientos habitantes que espera recibir más de mil visitantes.
Vecinos, visitantes y amantes de la gastronomía popular se reunirán para compartir una jornada en torno a este plato tan emblemático de la cocina almeriense. Las migas, elaboradas con harina, aceite, ajos y el inconfundible toque de cada cocinero, serán las protagonistas de un día que promete buen ambiente, música y convivencia.
El Ayuntamiento de Enix invita a participar tanto a los cocineros aficionados como a los grupos de amigos que quieran demostrar su arte con la sartén. Además del concurso, habrá degustaciones, actuaciones en directo y actividades para toda la familia, con el objetivo de mantener viva una tradición que une generaciones.

Centenares de personas acudieron el año pasado a Enix a celebrar y participar en el Día de las Migas.
Un jurado que valora tradición e innovación
La actividad comenzará a media mañana, cuando los participantes empiecen a instalar sus fogones en la plaza central de Enix. A partir de ese momento, los visitantes podrán pasear entre los grupos y observar cómo cada equipo prepara el sofrito, remueve la sémola con paciencia o añade ese toque secreto que, según muchos cocineros locales, marca la diferencia entre unas migas buenas y unas memorables.
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El Consistorio se encarga de tener preparados unos 70-80 fuegos, ofrece leña, aceite, agua y harina, entre otros productos para la realización de este plato típico. Eso sí, habrá que llevar la paila. El jurado premiará la mejor elaboración, el sabor más auténtico y la presentación más original.
Un plato que cuenta una historia humilde
Las migas almerienses, elaboradas tradicionalmente con harina de sémola, aceite de oliva, ajos y acompañamientos como pimientos fritos, sardinas, arenques o incluso uvas en temporada, representan uno de los platos más identitarios de la comarca. Su origen humilde no solo habla de la cocina campesina, sino también de la capacidad de las comunidades rurales para celebrar la vida alrededor de la mesa.

Un cuenco de Enix para emplatar las migas
¿Por qué se comen migas en Almería cuando llueve?
Cuando llueve, tradicionalmente no se podían realizar las faenas agrícolas en el campo, así que la familia tenía más tiempo libre para dedicarse a platos laboriosos como este. De ahí la expresión, día de lluvia, día de migas. A todo ello hay que sumarle que con el tiempo, en la provincia almeriense se convirtió casi en u ritual: si empieza a llover, es la excusa perfecta para reunir a la familia o amigos y preparar migas.
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Otro punto a tener en cuenta es que se trata de lo que comúnmente se le denominaba "plato de aprovechamiento", a base de pan duro o, en algunas zonas, con harina de sémola. A ello se le añadía aceite, ajos y chorizo, pancita, pimientos, sardinas o uvas. En resumidas cuentas, eran ideales para aprovechar lo que había en las despensas en días en los que no se iba al mercado a comprar o no se podía salir al campo por el aguacero.
Otro punto a tener en cuenta. En Almería, donde el clima es muy seco y llueve poco, la lluvia se celebra como algo extraordinario. Aunque en otras regiones las migas se hacen con pan duro, en Almería (y parte de Murcia) se popularizó la sémola de trigo como base.
Esto les da una textura distinta: más suelta, granulada y ligera. Por si esto fuera poco, se acompañan con todo tipo de tropezones: sardinas, boquerones, panceta, chorizo, pimientos fritos, incluso melón o uvas en verano.