"Captar la esencia del animal. Su mirada, sus sentimientos". Ese es tan solo uno de los secretos que han llevado a Luna Muñoz, una joven granadina de 28 años, a triunfar en Almería con lo que hasta ahora tan solo era un hobby para ella.

Luna se autodenomina retratista de animales, una especialización dentro de la pintura motivada por su amor hacia los animales y, por supuesto, hacia la ilustración y el arte. "Desde pequeña he estado relacionada con la pintura. Mi padre se dedicaba a la compraventa de antigüedades y a mí me interesaban los cuadros", cuenta a LA VOZ.

Un cambio radical

En realidad, la formación y carrera profesional de Luna nunca ha estado orientada hacia su actual vocación. Estudió Administración y Finanzas y, de hecho, hasta ahora ha trabajado como profesora de contabilidad. Un rumbo profesional distante de su pasión por la pintura que, por casualidades de la vida, un día dio un vuelco.

"Hace 3 años me fui de voluntariado a Tenerife. Una familia muy amable me acogió durante unos días de manera prácticamente desinteresada y, puesto que no tenía dinero, decidí pintarles un cuadro en agradecimiento", cuenta Luna a LA VOZ. Fue entonces cuando, prácticamente sin saberlo, avivó una pequeña llama en su interior que nunca se había apagado.

Desde aquel momento, comenzó a hacer pequeñas ilustraciones de nuevo. Eso sí, compaginándolo con su trabajo como profesora. Poco a poco, con el paso del tiempo y del boca a boca, las ilustraciones que Luna comenzó a hacer sobre animales se expandieron por Almería. "A la gente les gustó y me pedían cada vez más", detalla. Tanta es la demanda que, a día de hoy, Luna tiene lista de espera de varias semanas y, de hecho, ha decidido dejarlo todo a partir del próximo mes de enero para dedicarse en cuerpo y alma a este nuevo oficio.

Láminas a mano

A partir de enero, Luna prestará servicio en local de Laele Tattoo (Av. del Mediterráneo, 370), donde trabaja su pareja como tatuador y donde ella podrá seguir vendiendo láminas de animales de manera más profesional. "También quiero mejorar con las tatuajes. Tengo la titulación y estoy intentando profesionalizarme", detalla.

Hasta entonces, para encargarle un pedido existe una única vía: su perfil de Instagram (@artebyluna). Desde ahí, y tal como ella misma explica, es tan fácil como escribirle un mensaje directo y mandarle una foto de tu mascota o animal. "Intento asesorar a la gente para elegir la mejor imagen y, desde ahí y en función de la complejidad del pelaje o de la mascota, el precio varía", relata.

Los precios de las láminas de Luna oscilan en función de la complejidad o el tamaño solicitado entre los 50 y 100 euros. Un precio justificado dado que es un trabajo hecho a mano a partir de pinturas acrílicas que le pueden llevar "entre 8 y 15 horas". 

Luna lo ha apostado todo por esta nueva profesión que siempre ha formado parte de ella. Una casualidad de la vida le llevó a explotarla con ilusión y, poco a poco, esta almeriense de adopción se ha hecho un hueco en el mundillo en el que siempre quiso estar.