Aunque existan leyes y sindicatos que buscan defender los derechos de los trabajadores, no siempre es fácil darse cuenta de cuándo se están cometiendo abusos en el entorno laboral.

A veces se debe a que los responsables de la empresa se aprovechan del desconocimiento o inexperiencia de los empleados, el ambiente tóxico o una manipulación más o menos velada. Por ello, traemos cinco claves para descubrir si vuestro entorno laboral no es tan sano como puede parecer:

- Falta de comunicación o comunicación dañina. La comunicación es clave para desempeñar de forma óptima las tareas que el trabajo exige. Si falta comunicación, es imposible saber si el trabajador está haciendo lo que se espera de él o no. 

También se puede usar esta falta de comunicación como 'castigo', es decir, que el responsable decida ignorar a un trabajador en apuros para demostrarle que está descontento en lugar de explicarle en privado y con respeto en qué ha fallado y cómo podría mejorar.

En el otro extremo, está la comunicación dañina. En estos casos, la comunicación se lleva a cabo de tal forma que se perjudica al trabajador. Puede ser desde una crítica excesiva a su desempeño laboral, hasta el fomento de cotilleos sin fundamento y riñas entre compañeros que enrarecen el ambiente.

- Exceso de carga de trabajo. Un buen líder sabe hasta dónde pueden llegar sus trabajadores y qué puede hacerse en una jornada laboral. Exigir a una persona el trabajo de que le corresponde a dos o incluso a más es otra forma de abuso. El trabajador se siente frustrado porque no cumple con las expectativas y acaba haciendo horas extras que, en muchos casos, no se remuneran.

- Ausencia de reconocimiento. Cuando se trabaja de forma eficiente y se cumplen los objetivos, o incluso se superan, se espera que se reconozca ese trabajo e incluso se premie. Sin embargo, en un ambiente laboral tóxico esto no ocurre, todo lo contrario: se fomenta que se trabaje aún más y se ridiculizan los logros, lo cual perjudica la salud mental del trabajador en cuestión.

- Cultura del miedo. Cuando los responsables o jefes no buscan lo mejor para sus empleados y no les premian por su buen trabajo, fomentan la llamada cultura del miedo. Se amenaza con la pérdida del empleo si no se termina una tarea imposible y se recuerda cada día a los trabajadores que hay otras muchas personas deseando ocupar su lugar.

- Ansiedad y estrés. La mejor señal para saber si un trabajo te está afectando de forma negativa es entenderse a uno mismo. Si al llegar a casa estás agobiado, solo puedes pensar en el trabajo y cada vez estás más deprimido, significa que algo no anda bien. No dudes en contactar con un profesional de ser necesario y de hablarlo con familiares o amigos de confianza que puedan entenderte.