Un pueblo de Almería se prepara para viajar miles de años atrás en el tiempo con la celebración de la 35ª edición del Campeonato Europeo de Tiro con Armas Prehistóricas y el Campeonato Mundial ISAC 2025, que tendrán lugar los días 27 y 28 de septiembre. 

Durante un fin de semana, Benahadux se convertirá en escenario de un encuentro deportivo donde arcos y propulsores volverán a silbar en el aire como en los días en que la caza era cuestión de supervivencia.

El verdadero corazón de esta cita late en las armas que protagonizan la competición. El propulsor, ingenio de más de 18.000 años de antigüedad, amplifica la fuerza del brazo humano para lanzar la azagaya con una potencia que sorprendió a arqueólogos y cazadores modernos. Antes del arco, fue considerado el método de caza más eficaz, capaz de derribar presas a gran distancia. 

El arco, más sencillo en apariencia, con una rama desbastada y una cuerda tensa, supuso la revolución silenciosa que transformó la forma de cazar y guerrear en la Prehistoria. Ambas armas, recreadas con fidelidad, serán las herramientas con las que los participantes intentarán alcanzar la gloria.

La alcaldesa, Noelia Damián, ha señalado que este campeonato “permite sensibilizar al público sobre el modo de vida de las poblaciones humanas durante la Prehistoria y conectar el presente con la antigüedad a través de competiciones oficiales, talleres y actividades culturales”.

El programa incluye tiradas de precisión con azagaya y pruebas de arco y propulsor en el paraje de La Partala, talleres de talla de sílex y fabricación de cuerdas, así como degustaciones gastronómicas inspiradas en tiempos remotos. No faltará tampoco la confraternización, con comidas y celebraciones pensadas para que tiradores y público compartan experiencia.

Con un coste simbólico de 5 euros por modalidad en el campeonato europeo y con inscripción gratuita en el ISAC, el evento invita tanto a especialistas como a curiosos a probar fortuna con las armas que marcaron el destino de la humanidad. 

Benahadux, tierra ancestral, vuelve así a convertirse en escenario donde el pasado regresa, y donde una azagaya recuerda que la historia de la caza es también la historia del hombre.