La ordenanza que regula la actividad comercial en los espacios de uso público, conocida como Ordenanza de Terrazas y Quioscos, no se aplicará por ahora.  El Ayuntamiento ha decidido atrasar su puesta en marcha para no perjudicar a los establecimientos hosteleros y comerciantes en un momento de crisis económica.

Si bien la norma busca impulsar la actividad comercial con una propuesta “moderna, turística, amable y organizada” de la localidad, tal como explicaba la concejal Eloísa Cabrera cuando anunció el reglamento, las solicitudes de los comerciantes han hecho que el Área de Gestión Ciudadana proponga una nueva ronda de contactos con los afectados a fin de adaptarla la ordenanza a sus preocupaciones y necesidades. Las reuniones para modificar la norma comenzarían así después del verano.

Disposición

En este sentido, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Roquetas, Azucena Sabio, explica que la propia Cabrera les confirmó hace unas semanas  que la regulación no sería efectiva este verano y “mostró su disposición a cambiar” su contenido a lo largo del próximo otoño.

“Desde la Asociación de Comerciantes presentamos varias alegaciones tras las quejas de muchos de nuestros socios”, explica la representante, “y también se presentaron alegaciones de forma personal”. Muchos hosteleros, ejemplifica Azucena Sabio, encontraban dificultad en el tipo de toldos, veladores y biombos que la ordenanza presenta como únicas opciones para la actividad en terrazas y quioscos.

Colores limitados

El reglamento que fue presentado a principios de año contemplaba que las cubriciones permitidas fueran sombrillas, pérgolas y toldos a dos aguas y establecía un espectro de colores que huían de los tonos estridentes para unificar la imagen de la localidad.  Además, se regulaba el espacio de ocupación y la necesidad  de establecer itinerarios peatonales accesibles.

El plazo para adaptar los espacios a las nuevas normas se fijaban en seis meses para las terrazas y quioscos con mobiliario móvil, y tres años para aquellas con mobiliario de estructura anclada. Un plazo que los afectados consideraban insuficiente ya que tendrían que poner sus negocios al día antes de acabar este verano, con las consiguientes molestias que podría ocasionar tener que modificar sus establecimientos en plena temporada.

El retraso de la ordenanza supone así un alivio para muchos de ellos que esperan que una vez que se retome, se pueda consensuar todos los puntos en los que se vean afectados. “Parece que las alegaciones van a ser tomadas en cuenta”, aclara la presidenta de los comerciantes. El Ayuntamiento confirma que tras el verano se volverá a plantear la redacción de la norma.