El esplendoroso pueblo pesquero de Almería preferido para el veraneo entre ricos e intelectuales
Había casas palaciegas y contaba con servicio de teléfono desde 1902, lo que convertía a este municipio del Levante almeriense en un símbolo de lujo y glamour de la época

Carga de yeso en el Puerto granelero de Garrucha
Más allá de la gamba roja de alta gama cultivada en Garrucha, una delicia gastronómica con denominación de origen almeriense, y pese a la importancia del comercio y el ocio a día de hoy, una capa de la población garruchera, continúa viviendo del mar. Y es que, en 1933, la flota constaba de un total de 68 barcos, solo superada por la flota del puerto de Almería.
Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe, ni siquiera los propios almerienses, es que si echamos la vista un siglo atrás, hacia 1900, este municipio contaba con 5.800 habitantes y más de 1.000 casas. Era el lugar preferido de veraneo de ricos e intelectuales, es más, había casas palaciegas como la del Marqués de Almanzora, el chalet de los Chávarri, o el hotel de Vista Alegre, edificado por el vicecónsul inglés Clifton Pecket.
Garrucha, lugar de veraneo para la burguesía minera
A todo ello se le suma que desde 1882, este pueblo costero limítrofe con Vera y Mojácar, contaba con servicio de agua potable, desde 1900, con servicio de luz eléctrica y desde 1902, con servicio de teléfono. Ahí es nada. Ello significaba que reconocieran estas fincas y palacetes como un símbolo del lujo y el glamour de la época, con grandes fiestas pantagruélicas que casi nadie vio, pero que todo el mundo ha oído contar con ribetes de leyenda.

Fachada del Ayuntamiento de Garrucha.
Se convirtió a la vuelta de los años, la gran joya de la Axarquía almeriense, esto es, una comarca no oficial situada en la zona oriental de la provincia de Almería, en un avispero de hoteles enjalbegados, en un paraíso verde para rubios europeos del norte que se hartan de jugar al golf y de torrarse al sol africano en un entorno que siempre fue mágico por sus inquilinos.
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Dos casetas junto al mar eran escenarios de bailes y veladas; la Caseta de Sanidad Marítima y la Caseta de Salvamento de Náufragos. También eran varios los casinos existentes. Todo ello adornado junto a un club de tenis, y el fútbol se jugaba con regularidad, con equipo oficial desde 1917, mientras que el Teatro Flores abrió sus puertas en las navidades de 1901.
Inspiración para poetas y dramaturgos
A nivel literario, es preciso recordar la figura de Antonio Cano Cervantes, más conocido como "el poeta ciego", que es uno de los introductores de la poesía dialectal en Almería con sus 'Cantos a mi pueblo' (1909).
Destaca también la figura de Pepe Durbán, el poeta de "Tardes Grises" (1900), el cual buscaba Garrucha para inspirarse. Lo mismo le pasaba a Pepe Jesús García, diputado republicano, que dedicará su "Quítolis" a una veraneante asidua de esta playa.
En el teatro, Miguel Rodríguez García estrena su drama "Entre dos amores" (1902) y, en la novela, Francisco Martínez Collado da a luz a "Los gérmenes del mal" (1915).