El cuerpo del niño fallecido en Garrucha muestra signos evidentes de violencia física y sexual
Fuentes cercanas a la investigación indican que presuntamente el menor fue llevado a la playa sin vida y con el detenido presente

El menor protegiéndose cuando el hombre presuntamente detenido le ofrece la mano en un vídeo de meses atrás.
El cuerpo del niño de 4 años encontrado sin vida en una playa del Levante Almeriense este miércoles muestra signos de violencia física y sexual. Así lo han confirmado a este periódico fuentes cercanas a la investigación, quienes han confirmado que no sólo presentaba señales de maltrato sino también indicios de una presunta agresión de carácter sexual.
De hecho, una de las conclusiones que también se han confirmado es que el maltrato al menor por parte del hombre detenido era constante y a veces visiblemente violento de forma más que "notoria", según han expresado voces cercanas a la investigación, quienes han confirmado por lo tanto que la muerte se produjo de forma violenta y no como consecuencia del consumo de algún tipo de sustancia.
Señales de posible maltrato posterior
De igual modo, cada vez hay más pruebas sobre cómo fue la localización del menor y las horas previas al hallazgo del cadáver, ya que las mismas fuentes aseveran que presuntamente los dos detenidos, tanto la madre como la pareja sentimental de esta, trasladaron el cuerpo del menor ya inconsciente hasta la playa entre los municipios de Garrucha y Mojácar en la que fue hallado. Es más, presuntamente habría señales de maltrato incluso de forma posterior a la muerte.
Este dato indica que "todo pudo pasar en otro sitio" alejado de lugar al que, posteriormente, habrían trasladado al pequeño de cuatro años, que según denuncias y el testimonio de vecinos sufría desde hace tiempo episodios de maltrato por parte de la pareja sentimental de la madre, algo que incluso fue recogido en vídeo semanas atrás.
Otra pista que confirma este extremo, el del traslado del menor posiblemente sin consciencia, es que existen cámaras de seguridad en las que presuntamente "aparece" el novio de la madre con el cuerpo del menor.
Estos indicios echarían por tierra las palabras de la madre que, en mensajes de audio, asegurar encontrarse "desorientada" y con "alucinaciones", por lo que podría tratarse presuntamente de una coartada, de un mensaje premeditado o bien de la consecuencia de los hechos ocurridos anteriormente.
Lo que queda por determinar de igual modo es la participación de cada uno en el momento de la muerte del menor y en torno a esa presunta agresión sexual en la que, según las mismas fuentes, al menos la pareja de la madre habría participado.