¿Cómo se le ocurrió a la señora Martín (Iu) ponerse de acuerdo con la señora Espinosa (Pp) para darle caña a la guapa consejera de salud de la Junta, señora Montero? Al final, como no podía ser menos, la Rosalía de Izquierdas se llevó la bronca de la consejera. Que por algo es compañera de gobierno en la Junta y no es de recibo que se trate así a una socia. No le falta su parte de razón, no creen ustedes. No es lógico que se esté gobernando juntos, y luego una de las partes se queje de lo que ese gobierno decide. ¿Le tirará de las orejas el huelguista Valderas a la paisana, por cantarle las cuarenta en medicina a la guapa Montero? No sería de extrañar. El enfado de Griñán y cía es de campeonato. Y no es para menos. Lo del otro día en el parlamente andaluz recordaba a los tiempos en que entre el Pp e Iu le querían dar un “sorpasso” al Psoe. Y no es el caso, oiga, cuando los chicos de Iu comen gracias a amigos del Psoe, se dicen estos. Lo que peor le ha sentado a la consejera de salud y al gobierno socialista de la Junta es que las críticas de la Rosalía de izquierdas le sirvieran a la Rosalía de derechas para darle en la línea de flotación a la sanidad andaluza. ¿Se habrían puesto de acuerdo las Rosalías ejidenses, se preguntan en las orillas del Guadalquivir, a la hora de poner en solfa las medidas tomadas en salud? No va a ser fácil convencerles de que no ha sido así. Ya sabemos como son los políticos a la hora de ver contubernios. La cara de la guapa María Jesús en el parlamento era todo un poema, si hubiera podido le hace un sunami a la compañera de Iu que gobierna con ellos. Y es que esas “putadas políticas” no se hacen Rosalía.