Si en los tiempos del cuplé las violeteras callejeras eran consideradas como “alegres precursoras de primavera”, la entrada en escena informativa de las llamadas “plataformas ciudadanas” refleja, una vez más, la larga mano del PSOE en la dirección escénica de la obra. Estos días la prensa se hace eco del “nacimiento” de una nueva plataforma para apoyar la conexión ferroviaria del puerto, justificando la iniciativa en la oportunidad de empleo que en su opinión podría suponer el transporte de mineral desde los muelles, etcétera.

Que el parto suceda pocos días después de que el Partido Socialista haya declarado su respaldo a este proyecto habrá que tomarlo -de qué otro modo si no- como una simple coincidencia. Los que tengan algo de memoria recordarán que esta estrategia de crear “plataformas” cívicas que de la noche a la mañana salen a respaldar las propuestas del PSOE, no es nueva. Sucedió cuando tocaba reclamarle al gobierno del PP un soterramiento integral (curiosamente la plataforma pro-soterramiento se autosoterró cuando ganó Zapatero, sin que haya vuelto a saberse de ella) o cuando la Junta decía que un Corte Inglés en La Salle iba a generar problemas escolares y de tráfico.

Es la marca de la casa: de hecho, los manuales internos de las agrupaciones recomiendan este recurso propagandístico disfrazado de noticia. Pero nada nuevo bajo el sol. Ya las legiones romanas empleaban a grupos de honderos mercenarios para flanquear y apedrear al enemigo mientras éste formaba la línea de batalla. Así que mucha precaución cuando vean estos días noticias de la plataforma, no sea que alguien acabe descalabrado de puro entusiasmo.