Me había comprometido a no tocar más el tema de la Iglesia pero acabo de leer un desagradable y horrendo crimen, envuelto en la falacia más reprobable y adiós promesa. Mi condición de hombre honesto, e incluso cristiano, no me permite callar; los culpables deben ser castigados sin ningún tipo de paliativos, sobre todo la Cabeza del Vaticano que no conoce las matemáticas y se lanza a viajar con todo confort mientras tantas y tantas naciones se mueren de hambre; algunos de estos desdichados se aprietan un trozo de liana para, en un intento vano, tranquilizar las tripas, que se muerden unas a otras. Si las personas mayores… Llega hasta mí el siguiente pensamiento" Si la lluvia apaga el fuego ¿quién da calor al corazón de los ancianos? Auxilio a las víctimas Las víctimas del terrible daño denuncian al Papa y a tres de sus cardenales más importantes en la Corte Penal Internacional. Afortunadamente hay una Organización de Apoyo que auxilia a ésta víctimas de lesa humanidad. Hay crímenes contra doncellas y niños, a los que tanto queremos las personas honestas. A los culpables de este crimen yo les aplicaría la Ley de Talión. La Red de Supervivientes de Personas Abusadas por Curas presentó la demanda, ya que el Vaticano, parece ser, hizo la vista gorda por cuyos motivos se les debería juzgar lo mismo que se hace a cualquiera de los que, repito, cometen tal villanía. Rechazo de artilugios No me es grato abundar en tan espinoso asunto, pero estos señores tienen la obligación de velar con sumo cuidado para evitar que otros se ceben a costa de los que todavía rezamos al Sumo Hacedor y a la Virgen en sus distintas advocaciones. Eso sí, en este hogar rechazamos la cantidad de artilugios de que se vale el Papa y sus subordinados. Esta noticia le leí en el Diario de Almería el día 14 de septiembre en grandes titulares -se compra el mismo por imposición de mi querida esposa. Quedé sorprendido porque se produjo un silencio casi sepulcral, e incluso un cura siempre en candelero hizo mutis por el foro. Este artículo no deben leerlo los que no saben discernir, nada absolutamente nada. Carmen Maldonado: para vivir no basta respirar. Requiere de salero en la rutina diaria pero, sobre todo, para un vivir más pleno es urgente activar dicha en el alma, y soñar, soñar… porque los sueños son la magia que ilumina senderos, avenida de la vida que llevas en tu vientre de buena madre. En este artículo, como en todos, va envuelta mi alma viajera.