Doce años sin ti

El pasado 11 de febrero hizo doce años que te fuiste pero parece que fue ayer. Fuiste una buena persona, buen marido, buen padre, buen abuelo y buen amigo. Por eso no te olvidamos y te llevamos en el corazón. Tú que me ha dado la vida que de tu ser nací te has marchado para siempre has dejado de vivir, pero aunque no estés en este mundo siempre vivirás en Mí. Eras la persona más buena que había encima de la tierra sólo vivías para nosotros y para la que fue tu mujer primera. Me duele tanto pensar que no volverás jamás... Pero me consuela el saber que en mi corazón siempre estarás. Tú que sólo has sembrado simpatía y bienestar has dejado nuestras vidas vacías y en soledad. Jamás creí que sentiría este dolor tan enorme pero por Tí sabré superarlo aunque no se cuándo ni dónde. Han quedado tantas cosas sin darte y sin decirte, todo ocurrió tan deprisa que te marchaste sin despedirte. La gloria la has ido ganando durante tus años vividos por ser el mejor esposo y el mejor padre para tus hijos. Ojalá estuvieras aquí para decirte lo que pienso ojalá vinieras algún día para darme un último beso.