Cuando el Almería de Cayuela se iba de stage por toda la provincia

Almerimar, Roquetas, El Ejido, Macael o cualquier lugar que lo solicitaba tenía al Almería allí

Tony Fernández
16:33 • 30 jul. 2022 / actualizado a las 08:16 • 31 jul. 2022

Las pretemporadas ya no son lo que eran por esta tierra, y tuvo que ser aquel Almería Ceefe de Pepe Cayuela el que se quedara en casa para preparar el estreno en la Liga Profesional gracias a su nuevo sponsor: Almerimar.



Era Guillermo Blanes el embajador de toda la provincia y Pepe Cayuela su mejor escudero para llevar por todos los rincones la pasión por el Almería de Segunda División, sin fichajes a bombo y platillo y estirando cada peseta, porque el euro todavía no había llegado a los bolsillos.



Política



En aquella sede del Almería CF ubicada en la calle Altamira, se mantenían reuniones maratonianas para armar un equipo de garantías para Segunda con el gasto dedicado a fichajes y mirando cada partida con lupa. La llegada de Almerimar a las camisetas del equipo reportó la pretemporada en territorio ejidense y salidas al campo de Los Bajos en Roquetas de Mar para jugar partidos amistosos. Toda la provincia estaba en las manos de Guillermo Blanes que atendía peticiones de los clubes de inferior categoría para montar partidos amistosos.



Manolo García con la campaña de socios. Pepe Cayuela entrenando al equipo y Guillermo Blanes desde su tienda en Obispo Orberá atendiendo peticiones de partidos amistosos. Todo sin salir de casa y generando riqueza en Almería,  porque la política social y deportiva de Blanes pasaba por ayudar a su provincia y a los equipos para que llegado el momento sus mejores jugadores vistieran la rojiblanca del Ceefe.



Compromiso



A Blanes le ofrecieron una pretemporada en Soria, otra en Huesca y hasta en Francia, pero tenía claro que Almerimar contaba con todo y allí se fueron, como antes a Benalmádena para estar cerca de la casa de Pepe Cayuela. Un entrenador que siempre fue uno más en la sede de la calle de Altamira ayudando al club que le pagaba.



Fueron felices en Almerimar y disfrutaron en Roquetas, y hasta jugaron amistosos por el Levante almeriense ganando confianza y afición.


Ayudas

Blanes y Cayuela se partían la cara por su Almería (siendo malagueño el entrenador) y no les fue mal aquella pretemporada en casa porque se ganaron a las aficiones de los municipios por donde pasaban.


Las visitas a Diputación y Ayuntamiento siempre acababan en promesas en aquella Almería de mediados de los 90 cuando pedía Blanes a gritos la Ciudad Deportiva.


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