La tortuga mora vuelve a generar problemas en un tramo del AVE

Las garantías para la supervivencia de la tortuga mora -como especie protegida- sigue sobrevolando las obras del AVE almeriense: La Junta de Andalucía, a través de la Delegación de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, ha rechazado otorgar autorización ambiental unificada al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para poder realizar una actuación de intercambio de áridos y zahorra en la adecuación de la plataforma de alta velocidad en el tramo Pulpí-Vera. 

La resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, apunta que la actuación descrita “no es compatible con la protección y conservación de la biodiversidad y del mantenimiento del hábitat de la tortuga mora y otras especies de flora y fauna”.

Zahorras y áridos  El proyecto rechazado tenía como objeto la obtención de tierra para balasto y a la vez habilitar un lugar para alojar el material sobrante de la construcción para la restauración geomorfológica de las zonas afectadas.

Para el tramo de unos 25,7 kilómetros, el proyecto prevé la necesidad de 1,8 millones de metros cúbicos de áridos que generaría un excedente de material de 1,1 millones de metros cúbicos. 

Frente a esta resolución rechazada, la Administración Autonómica ha concedido otras cinco autorizaciones de intercambio de tierra para la construcción de la plataforma en diferentes espacios en ese mismo tramo ferroviario del Levante almeriense.

La autorización ambiental rechazada tenía por objeto extraer zahorra apta las obras con un volumen concreto de 113.000 metros cúbicos, en la parte más elevada de un cerro lindante con la Rambla Canalejas. La zona está situada dentro de un corredor ecológico de la tortuga mora que conectará las poblaciones de Sierra Almagro y Almagrera. Otras especies endémicas de la zona son el azufaifo, cambrón, oroval, cornical, salado, el camachuelo trompetero.

La Junta explicó ayer que “la denegación de una de las autorizaciones no supone en absoluto ningún tipo de interrupción de las obras de Alta Velocidad. Desde la Delegación de Agricultura se asegura que “la comunicación con el Adif es absolutamente fluida y que durante el proceso de las autorizaciones ambientales se le dio trámite de audiencia al Adif, quien no presentó ninguna alegación a ninguna de las seis resoluciones”.

 La Junta propone que “si el Adif necesita más áridos, lo que procede es buscar una zona adecuada para llevar a cabo más extracciones de tierra y grava más allá de las ya autorizadas o acudir a otras canteras de áridos.

La problemática entre la construcción del ferrocarril de alta velocidad Murcia-Almería y la protección del hábitat del reptil, en ese tramo cuevano, se inició en junio de 2011, cuando el Boletín Oficial del Estado público un edicto con el inicio de los trámites para la expropiación forzosa de 480 hectáreas de terreno, algunos en cultivo.

Un reptil unido a las obras desde hace nueve años

Más de doscientos propietarios de tierra en Guazamara, Los Lobos, Los Guiraos y otras pedanías de Cuevas del Almanzora, se levantaron una mañana de junio de 2011 con el anunció de una expropiación obligada por la protección del hábitat de la tortuga mora. Se trataba de que como el AVE iba a hurtarle al reptil parte de su territorio natural, el propio proyecto del Adif le compensaba con una nueva ‘tierra prometida’. El problema surgió, entonces, cuando se comprobó cómo ese ‘Canan de leche y miel’ para el quelonio se demarcaba en un territorio donde había cortijos centenarios, árboles frutales y hortalizas de hoja verde sembradas con agua de un trasvase millonario como el del Negratín. En 2018, siete años después de disputas se redujo la zona de expropiación a 323 España. Entonces las tornas eran inversas: el PSOE gobernaba Andalucía y el PP en España.