La Voz de Almeria

La Foodineta

Esta es la cafetería más antigua de Almería: abierta desde 1888 y llena de historia

Fue fundada cuando España aún poseía colonias en América y Asia

Carlos Cano Sánchez, de La Dulce Alianza.

Carlos Cano Sánchez, de La Dulce Alianza.Karolina Lewandowska

Karolina Lewandowska
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Al entrar en La Dulce Alianza del Paseo de Almería es imposible no fijarse en la enorme lámpara de araña que cuelga el techo sobre las escaleras que dan acceso a la planta baja de este emblemático lugar de la capital. Lo que muchos probablemente no sepan, es que se trata de toda una reliquia que ha acompañando a esta conocida confitería prácticamente desde sus inicios. 

Además de despampanante, es un elemento clave del espacio que pretende conservar la esencia de las cafeterías de finales del siglo XIX, aunque por supuesto mezclándola con algunos elementos modernos. Muestra de ello también son sus enormes vitrinas de madera, la mayoría de ellas originales desde prácticamente el momento de la inauguración, y las delicadas cajitas de latón con diseños vintage en las que se venden los deliciosos dulces que allí se preparan. 

Y es que no es de extrañar que en La Dulce Alianza hagan todo lo posible por mantener cada una de las reliquias que con solo mirarlas cuentan una historia que comenzó hace ya más de cien años. Esta cafetería y pastelería conocida por todos los almerienses, probablemente sea uno de los negocios hosteleros más antiguos de la capital. Abrió sus puertas en 1888, cuando España aún poseía colonias en América y Asia, y tras 137 años de vida y con varios establecimientos más, sigue siendo un lugar de referencia en Almería. 

La fundó Miguel Mateos, un pastelero de Baza que primero estableció el negocio en la Plaza Flores, aunque más tarde se trasladaría al Paseo de Almería, pero no al local donde se encuentra actualmente.  

Tras la muerte del fundador, el negocio pasó a ser regentado por sus hijos hasta los años 70. Pero antes de pasar a las manos de José Cano y Gracia Sánchez, el negocio tuvo que sobrevivir a la Guerra Civil y a las postguerra. 

"Mantener vivo el negocio durante la guerra se hizo más fácil porque era un negocio de alimentación. Pero es verdad que en algunos momentos lo pasaron mal por la falta de materia prima", cuenta Carlos Cano Sánchez, actual dueño de este comercio asociado a Almería Centro. 

Perteneciendo ya José Cano y Gracia Sánchez, padres de Carlos Cano Sánchez, el negocio siguió desarrollando su actividad y creció de forma exponencial. Al pasar a las manos de esta familia, se abrieron más establecimientos de La Dulce Alianza en la capital, y la primera tienda fuera de Almería se abrió en Aguadulce. 

Tras sobrevivir más de cien años y una guerra, al comercio también le tocó enfrentarse a lo que ya consideramos como uno de los grandes momentos históricos del siglo XXI, el covid. "La pandemia fue mucho más brusca y dolió mucho", narra Carlos Cano.

Sin embargo, desde La Dulce Alianza recuerdan un momento mucho más traumático: el traslado del local 'de toda la vida', unos metros más abajo en el sentido descendente del Paseo de Almería, a la esquina donde se encuentra hoy en día. "Ese lugar era la viva historia de este negocio, tenía historia. Cuando nos trasladamos tratamos de traernos todos los muebles posibles de aquel establecimiento. Con muchos lo logramos, pero otros se tuvieron quedar allí. Pero sí, lo cierto es que quisimos mantener esa esencia que nos ha definido durante tantos años", concluye el empresario. 

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