No son ni del Barça ni del Madrid, son del Almería. Los aficionados más jóvenes que cada quince días acuden al Estadio con sus papás y mamás, también apuestan por el ascenso. En la ciudad va quedando en segundo plano ese sentimiento hacia los grandes de España, porque desde estas edades se les inculca el ser del Almería. Y el sector femenino nunca falla: Sheila Titos lleva viajando toda la temporada por España y desde el fondo norte sigue los partidos de casa. María del Mar y Paula nunca le fallarán al equipo de su tierra.
Mientras, los futbolistas del mañana se fijan en sus ídolos. Manu guarda como oro en paño la camiseta de Aleix Vidal; Arturo Gonçalves es fan del portero Diego García y Dani Fernández no se separa de la bandera rojiblanca ni un instante. Hay buena cantera de jugadores y de jóvenes seguidores.
Estos niños son el futuro de la afición almeriense y gritarán “¡Podemos!” en el partido de mañana contra el Girona. La plantilla necesita todo el apoyo y hasta los más pequeños se suben al carro del ascenso. Cuando por la calle se les pregunta de qué equipo son, ellos contestan sin dudar: “Somos del Almería”.