Los cambios, claves
Hubo que sufrir para ganar

Casto.
En el fútbol es recomendable no cambiar lo que bien funciona. La contrarrecíproca aconseja que cuando un equipo no funciona se hagan cambios. Esta fue la que se aplicó Fran Fernández a la hora de elegir a los once jugadores que tenían que hacer frente al Lugo en el día de su debut.
En cuanto a nombres los cambios más significativos tuvieron como protagonistas a Motta, Ximo, Fran Vélez y Azeez.
Se trataba de meter más músculo, de ganar en contundencia, de poder disputar el un tono de igualdad los balones divididos y de dotar a la zaga de una mayor velocidad de acción. Por ello Ximo apareció, y de que forma, en el eje de la defensa junto a Joaquín y Motta en el lateral, puesto que luego fue ocupado por Isidoro por la lesión del italiano.
Para tapar las vías de agua que había aprovechado el UCAM para llevarse los tres puntos el nuevo técnico colocó a Fran Vélez junto a Borja. Completó Fran Fernández su pequeña revolución colocando a Ramón Azeez más cerca de Quique delo habitual, dando la sensación en muchas fases del encuentro que actuaba con dos lineas de cuatro muy juntas y solidarias y dos hombres más adelantados.
En el tramo final Trujillo reforzó el eje de la zaga para contrarrestar el empuje de Caballero. Pese a su dominio, mayor posesión y control del balón, los locales sólo inquietaron a Casto en los primeros minutos, luego se estrellaron ante la presión adelantada de los indálicos.
Marcaron en una acción antideportiva al no parar el balón cuando Ximo Navarro estaba lesionado, y sólo cuando las fuerzas flaquearon en los del entrenador almeriense Fran Fernández por el esfuerzo, asediaron.