La Voz de Almeria

Almería

La historia de Miguel Ángel y su caballete en 'búsqueda y captura' en Almería: "No hay uno igual"

El pintor granadino perdió un maletín con alto valor sentimental en El Toyo hace una semana y ofreció 300 euros de recompensa

El cartel que anunciaba la búsqueda del maletín de arte de Miguel Ángel.

El cartel que anunciaba la búsqueda del maletín de arte de Miguel Ángel.Cedida a LA VOZ

Jaime Molero
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Un pintor de visita en Almería y un maletín caballete en 'búsqueda y captura'. Esa es la historia de Miguel Ángel Larca, artista granadino que hace unos días perdió uno de sus objetos más preciados en Almería, una caja caballete de madera negra que él mismo customizó a su gusto y que contenía acuarelas en su interior.

"Perdida en el Parking público cerca del Hotel Barceló Cabo Gata- El Toyo el domingo 30/11 a las 21:00 horas", anunciaba el artista en sus redes sociales para activar un auténtico despliegue de búsqueda por esta preciada herramienta de trabajo. De inmediato, las redes respondieron, y varias personas de los alrededores colaboraron con el artista. 

Una búsqueda en redes y 300 euros de recompensa

La búsqueda del caballete no fue sencilla. Miguel Ángel fue consciente de la pérdida ya en Granada, lo que complicó aún más la operación. "Fui a Almería por la feria de arte 'ALMA'. Durante los últimos días, y entre el cansancio y distracciones varias, debí dejármelo mientras transportaba mis materiales al coche. Me di cuenta al subir las cosas a casa", cuenta el pintor para LA VOZ. 

Desde ese mismo instante, y por el valor sentimental que Miguel Ángel profesa hacia su maletín caballete, se inició en redes la búsqueda. El pintor ofrecía 300 euros de recompensa para aquel que lo devolviese. "Un maletín nuevo ni siquiera vale tanto dinero, pero al mío le tengo mucho cariño y quise fomentar la búsqueda con una recompensa. A todo el mundo le gusta el dinero y no hay un caballete igual", cuenta para este periódico. 

Miguel Ángel junto a su caballete y la ubicación en la que debió de perderlo.

Miguel Ángel junto a su caballete y la ubicación en la que debió de perderlo.Cedida a LA VOZ

Miguel Ángel, además de activar la búsqueda en redes, llamó al personal de la Feria de arte, al hotel en el que se hospedó e, incluso, a varios amigos de la zona. Nadie había visto su caballete. Los días siguieron pasando y las novedades cada vez eran menos. Pero el estado de 'búsqueda y captura' del caballete no cesó.

Almería, volcada con Miguel Ángel

"Unos amigos me hicieron el favor de colgar carteles por la zona. Le he dado muchas vueltas y no sé quién podría haberlo cogido. Es un objeto que fuera del sector no querría nadie. Pensé que podría salir en Wallapop. Sigo sin entenderlo", confiesa su propietario.

Las redes de inmediato se volcaron con el granadino y decenas de personas se implicaron en la búsqueda, al menos, compartiendo el cartel que anunciaba la pérdida. "Me ha sorprendido mucho la solidaridad de las personas. Fue tanta que, de hecho, una asociación quiso darme un cheque de dinero para comprarme un nuevo maletín", detalla el granadino.

Más de diez días después, este miércoles, Miguel Ángel recibió la llamada que estaba esperando. Habían encontrado su maletín caballete. Se lo comunicaron desde la Feria 'ALMA'. "Me dijeron que lo encontraron en el interior del pabellón detrás de unas cortinas. Una cosa muy extraña porque yo no lo dejé allí", relata aún sorprendido.

Una búsqueda cargada de solidaridad

La búsqueda había terminado. Miguel Ángel comunicó por redes la noticia y, felizmente, espera ahora desde su hogar en Granada que un conocido le lleve el maletín, que aún sigue en Almería. El pintor prefiere no hacerse preguntas sobre quién o por qué apareció el maletín escondido, pero sí quiere recalcar a este medio la inmensa implicación y solidaridad que ha recibido su causa.

Al final, más allá del caballete recuperado, Miguel Ángel se queda con algo mucho más valioso: la certeza de que, incluso en los momentos de descuido y pérdida, siempre hay manos dispuestas a ayudar. La historia de su maletín no es solo la de un objeto reencontrado, sino la de una ciudad que, sin conocerle, decidió volcarse con él.

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