Los trenes que rugían y pintaban Almería de rojo
Se cumplen 29 años de la última circulación de mineral de hierro desde Alquife hasta la capital

Los trenes de mineral bajando a Almería en cuádruple tracción con las ALCO a causa de las fuertes rampas y la pesada carga.
Un solitario vagón de mercancías en el Parque de la Estación, el Cable Francés y el Cable Inglés son los últimos vestigios de aquella Almería ferroviaria que vivía tiempos de esplendor, sobre todo con los trenes de mineral de hierro. Las Minas de Alquife (Granada), echaron el cierre el 17 de octubre de 1996 y también una parte del ferrocarril almeriense. Ese día circuló una composición con 18 tolvas traccionada por las locomotoras eléctricas 8921 y 8925 ‘Japonesas’ fabricadas por Mitsubishi. Bajo la denominación GSE82, el tren que ‘pintaba’ con polvo rojo la ciudad se despedía para siempre.
Antes de 1900, la mina de hierro a cielo abierto más grande de Europa empezaba a brillar en Alquife. Concretamente en 1895 se abrió la línea ferroviaria Guadix-Almería y tres años más tarde 'The Alquife Mines' construyó un primer ramal desde la explotación hasta La Calahorra-Ferreira para conectar con la red principal, inaugurado el 26 de diciembre de 1899.

El Toblerone, que ya fue desmantelado, almacenaba el mineral de hierro que venía de Alquife.
A partir de 1900 las locomotoras sufrían para hacer frente a las duras rampas entre Santa Fe y Gérgal, de hasta 22 milésimas, alcanzando velocidades que no superaban los 12 km/h. Se levantó el Cable Inglés junto al puerto, que mantuvo su explotación desde 1904 a 1970. En ese tramo de la historia, ‘Brown, Boveri & Cie (BBC) construye el primer tramo de electrificación trifásica en España en la estación de Santa Fe.

Tren de mineral en la estación de Gérgal dirección Alquife con las tolvas vacías.
Nuevo ramal y la llegada del diésel
En 1912 las huelgas en Inglaterra y Escocia, principales destinos del mineral de hierro desde el puerto de Almería, hicieron que el ferrocarril decayese notablemente. ‘Bairds Mining Co Ltd’ se hizo con la explotación en Alquife y construyó un segundo ramal de 15 kilómetros desde la mina hasta Huéneja-Dólar, así como el llamado Cable Francés, que se inauguraron en 1916 y 1918. La vía hasta La Calahorra-Ferreira fue desmantelada.

Las locomotoras diésel ALCO en la estación de Huéneja-Dólar en dirección a las Minas de Alquife.
En 1965, una vez pasada la Guerra Civil, las minas explotadas ya por Compañía Andaluza de Minas pasan a traer locomotoras diésel. Las Alco, o 1300, sustituyeron a las máquinas de vapor. Estuvieron en servicio en España desde ese mismo año hasta su retirada total de Renfe en 1997, aunque alguna se preserva. Se encargaban de bajar los trenes hacia Almería en cuádruple tracción, es decir, dos en cabeza y dos en cola que se incorporaban en la estación de Doña María-Ocaña.

Tracción diésel y eléctrica para llevarse las tolvas de mineral a Almería desde Alquife.
Un rugido y sonido peculiar
Con su inconfundible humareda negra proporcionada por el motor de seis cilindros que aportaban 1370 CV, y un esfuerzo de tracción de 19.300 kilos, las Alco fueron las dueñas mientras se terminaba la electrificación a 3.000 V entre Huéneja-Dólar y Almería y venían las locomotoras 289 y 269 ‘Japonesas’. En 1987, se clausura la estación de Nacimiento al abrir la variante Gérgal-Doña María eliminando las rampas más fuertes de la línea y en 1989 la red estaba totalmente electrificada.

La terminal de carga de Alquife, desde donde partían los trenes hacia Almería.
El sonido seco de las Alco y ese polvo rojo que era descargado en el Toblerone -construido en 1976- y después al Cable Francés bajo tierra para cargar los barcos, dejó paso a las últimas máquinas eléctricas que han circulado por Almería, ya que los trenes de pasajeros solo funcionan bajo tracción diésel. La catenaria se corta en la estación de Huéneja-Dólar.

Con el cierre de la mina, la corta se fue llenando de agua.
Gran inversión y escasa rentabilidad
Entre 1989 y 1996 la circulación de tolvas de mineral de hierro fue cayendo poco a poco. Concretamente ya en 1986 los resultados económicos arrojaban pérdidas de 508 millones de pesetas (3 millones de euros). En 1994 la Junta de Andalucía solicitó un estudio de viabilidad y en su informe apuntaban ya al cierre de la empresa minera. El accionariado pertenecía a los austríacos Golden Shamrock Mines LTD.

Una locomotora Alco en el depósito de Almería capital en el año 1992.
En 1995 ‘Andaluza de Minas’ presenta un expediente de suspensión de pagos ante las incesantes deudas. El 17 de octubre de 1996, y pese a la movilización de trabajadores y sindicatos, circuló el último tren con 17 tolvas entre Huéneja-Dólar y Almería con 1.360 toneladas de mineral de hierro. Un día más tarde la misma composición salió de la capital sin carga. Juan Amate y Jesús Ayllón fueron los maquinistas.

Ya con tracción eléctrica, las locomotoras 269 fueron las últimas en bajar los trenes a Almería.
Las minas han vuelto a la actividad
En 2020 se anunció que las minas abrirían de nuevo por la competitividad del precio del mineral de hierro. Sin embargo, aunque sonaron rumores de trasladarlo por ferrocarril hasta Gádor y de ahí a Carboneras para sacarlo en barco, finalmente se optó por los camiones que llevan la mercancía hasta el puerto de Málaga, declinando la reapertura del ramal con Huéneja-Dólar, actualmente vandalizado y sin el cobre de la catenaria.
Información de LA VOZ de Almería, Asafal, Ferrocarril de Andalucía y vídeo proporcionado por Amoluc.